Contexto de la llamada

El 29 de octubre, en pleno caos por la gota fría, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, realizó una inesperada llamada por WhatsApp al alcalde de Cullera, Jordi Mayor, a las 18:28 horas. Curiosamente, Mazón había estado disfrutando de una extensa comida con la periodista Maribel Vilaplana, mientras Cullera se hundía bajo las aguas del desbordado río Júcar.

Detalles de la conversación

Mayor, quien se encontraba coordinando los esfuerzos de emergencia en su municipio, relató que la conversación no se dio en un contexto de crisis, algo que ha generado críticas hacia la gestión del presidente. Jordi Mayor, quien se mostró sorprendido ante la llamada —ya que no tenía el número de Mazón guardado—, reveló que durante la conversación, el presidente no le comunicó la gravedad de la situación.

Reacciones y consecuencias

Según sus propias palabras, “yo no sé dónde estaba Mazón, evidentemente ya sabemos que no estaba donde tenía que estar”. En vez de recibir información crucial sobre el desbordamiento del río o la rotura de la presa de Forata, Mazón solo le preguntó sobre la situación de Cullera, y poco más que eso.

Cambio en la situación

A lo largo de la conversación, el alcalde explicó que en Cullera no llovía, pero que se estaban monitoreando los niveles del Júcar. Mayor se manifestó tranquilo, asegurando que el caudal del río estaba disminuyendo en Algemesí. Sin embargo, tras esta llamada superficial, el panorama cambiaría drásticamente. Tras el envío de una alerta móvil pasadas las 20 horas, la situación en Cullera se volvió crítica, lo que llevó a Mayor a suspender el pleno municipal que había convocado.

Polémica y responsabilidad

La polémica se intensificó cuando Mazón, tras hacer pública la llamada, intentó justificar que estaba al tanto de la situación, lo cual contradice la experiencia de los alcaldes en el terreno. Mayor exigió que no se utilizara esta conversación como “coartada” y que Mazón asumiera su responsabilidad en la crisis.

Preguntas y reflexiones

A continuación, planteó una cuestión crucial: ¿por qué Mazón eligió utilizar WhatsApp, una app que se emplea cuando no hay cobertura? ¿Fue esto solo un intento de lavado de cara en un momento de descontrol y falta de comunicación?

Debate sobre la gestión gubernamental

La conversación ha abierto un debate sobre la gestión del gobierno regional en situaciones de emergencia. Con muchos discutidos aspectos organizativos y la sensación de abandono en situaciones críticas, la llamada de Mazón no fue el gesto de preocupación que intentó transmitir, sino más bien un clásico ejemplo de desconexión entre los que toman decisiones y los que están en el frente de la crisis.

Conclusiones sobre la confianza pública

Con el tiempo en su contra y los ciudadanos exigiendo respuestas, la relación entre el presidente y los alcaldes de la región se enfrentará a un examen de confianza en los días siguientes. La pregunta que queda es, ¿cómo se recuperará la confianza en una administración que, en momentos cruciales, parece preferir alimentar su imagen antes que atender a las urgencias de la ciudadanía? La respuesta radica en la rendición de cuentas y en acciones más allá de la palabrería vacía.