Finanzas

Renault, Stellantis y BMW: Rumores de una alianza épica para competir contra los coches eléctricos chinos

2024-10-07

Autor: Lucia

Con un futuro incierto debido a la creciente amenaza de los coches eléctricos fabricados en China, Luca de Meo, presidente de Renault, ha desatado una nueva ola de rumores al abogar por una colaboración europea en el sector automovilístico. En una carta abierta dirigida a los europeos, el ejecutivo enfatiza la necesidad de un esfuerzo conjunto que recuerde la exitosa alianza que llevó a la creación de Airbus, sugiriendo que con cooperación, Europa puede revitalizar su industria automotriz.

La carta de de Meo, redactada en marzo de 2024, se produce en un contexto crítico, con las elecciones al Parlamento Europeo a la vuelta de la esquina. El mensaje central es claro: Europa no puede permitirse quedarse atrás. Mientras Estados Unidos incentiva a su industria y China opera bajo una estrategia clara y planificada, Europa, según de Meo, corre el riesgo de ser simplemente un ente regulador sin poder real en el mercado global.

El CEO de Renault repetía el término China en 26 ocasiones, advirtiendo sobre el dominio del gigante asiático en el sector de vehículos eléctricos y resaltando la urgencia de que Europa actúe para contrarrestar esta amenaza. Propone acciones fundamentales como disminuir la dependencia de materias primas y semiconductores, fomentar el uso de vehículos de hidrógeno, y establecer alianzas estratégicas entre fabricantes europeos para abaratar costos.

La proposición de crear una "Airbus del automóvil" no es casualidad. Desde febrero, se han venido escuchando rumores sobre la posible fusión o colaboración entre Renault y Stellantis. Aunque inicialmente el presidente de Stellantis, John Elkann, desestimó estos rumores, se ha filtrado que el gobierno francés, que posee participaciones en grandes empresas, podría estar interesado en facilitar una fusión para competir contra los fabricantes chinos.

Francia ha tomado postura enérgica contra la invasión de coches eléctricos chinos, excluyendo estos vehículos de ayudas públicas, y presionando para establecer tarifas adicionales. En este contexto, los rumores de una fusión entre Renault y Stellantis han vuelto a cobrar fuerza, pero esta vez la atención se centra también en una posible colaboración con Volkswagen, que se había sondeado anteriormente sin éxito debido a altos costos de producción.

Recientemente, el diario italiano Il Sole 24 Ore ha revelado que el 15 de octubre está programada una reunión crucial durante el Salón del Automóvil de París entre Carlos Tavares (CEO de Stellantis), Oliver Zipse (CEO de BMW), y Luca de Meo. La inclusión de BMW en estas conversaciones añade un nuevo matiz, ya que la empresa busca reducir costos en la producción de su eléctrico Mini Cooper, que enfrenta aranceles por ser producido en China.

Además, Renault ha estado explorando activamente el desarrollo de vehículos de hidrógeno, mostrando un prototipo innovador que combina una batería eléctrica con una pila de combustible de hidrógeno. BMW, por su parte, también ha apostado por esta tecnología y mantiene un acuerdo de colaboración con Toyota para profundizar en investigaciones sobre el hidrógeno como fuente de energía.

Cabe mencionar que, pese a la expectación, Carlos Tavares ha desmentido las informaciones sobre una posible colaboración entre Renault y Stellantis, tildándolas de "pura especulación". Luca de Meo mantuvo un perfil bajo, limitándose a un cordial saludo durante el encuentro con Tavares, según Reuters.

Sin embargo, algunos expertos han cuestionado el uso de Airbus como modelo a seguir. A pesar de los éxitos actuales de la compañía, como señaló Oliver Taslic en Cinco Días, su trayectoria ha estado marcada por desafíos desde su fundación en 1970, tardando años en generar beneficios operativos.

Este contexto nos lleva a preguntarnos: ¿será el sector automotriz europeo capaz de unirse para afrontar la creciente competencia de China? ¿Están estas empresas realmente lista para formar una verdadera coalición o seguirán siendo meras especulaciones? La respuesta podría tener un impacto monumental en el futuro de Europa en la industria automotriz.