Salud

¡Revolución en la salud mental! La industria farmacéutica lanza 160 nuevos medicamentos para combatir enfermedades mentales

2024-10-09

Autor: Carmen

Los problemas de salud mental están siendo catalogados como una de las grandes epidemias del siglo XXI, con cifras que alarman a especialistas y organizaciones de salud. Según un estudio destacado en The Lancet, desde 1990 hasta 2019, los trastornos mentales han aumentado un 48.1% a nivel global. Este fenómeno ha llevado a la industria farmacéutica a intensificar sus esfuerzos, desarrollando más de 160 nuevos medicamentos específicamente destinados a combatir estas enfermedades. De esta cifra, 54 están enfocados en la depresión, 35 en la esquizofrenia, 35 en los trastornos de ansiedad y 13 en los trastornos bipolares.

En España, la situación es crítica: una de cada tres personas sufre algún tipo de problema relacionado con la salud mental, cifra que asciende al 40% entre los mayores de 50 años y alcanza el 50% en aquellos mayores de 85. Los trastornos más comunes incluyen la ansiedad, problemas de sueño y depresión, como se detalla en el Informe anual del Sistema Nacional de Salud (SNS) del Ministerio de Sanidad. El 10% de la población sufre trastornos de ansiedad, con una prevalencia del 14% en mujeres frente al 7% en hombres. Este país se ha consolidado como un líder mundial en investigación clínica, con un impresionante 80% de los ensayos para problemas de salud mental promovidos por la industria farmacéutica.

El lema para el Día Mundial de la Salud Mental de este año, ‘Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental’, subraya la importancia de mejorar las condiciones laborales y eliminar la precariedad, factores que contribuyen al malestar psíquico. Arantxa Sancho, directora del Departamento de Asuntos Médico-Científicos en Farmaindustria, aclara que “el valor de los medicamentos para abordar los problemas de salud mental está bien establecido”. No obstante, enfatiza que el enfoque debe ser integral, priorizando la prevención y promoción de la salud, así como el diagnóstico temprano. Una vez determinado que el tratamiento farmacológico es necesario, es primordial asegurar su uso responsable, maximizando así su eficacia. Esto requiere el compromiso conjunto de gestores de salud, industria, profesionales sanitarios y pacientes.

La pandemia de COVID-19 ha elevado la visibilidad y la prevalencia de enfermedades mentales como la depresión, aunque sorprendentemente, los ensayos clínicos para esta condición iniciados en 2023 fueron un 25% menores que los registrados antes de la crisis sanitaria. De hecho, los ensayos de depresión representaron solo el 9% de los ensayos activos en neurología de 2019 a 2023, siendo los trastornos depresivos mayores el grupo más estudiado, abarcando un 40% de los ensayos de 2023.

Innovaciones en el tratamiento de la depresión resistente incluyen terapias revolucionarias como la ketamina, junto con la estimulación cerebral profunda (ECP). Recientes investigaciones han llevado al descubrimiento de biomarcadores que ayudan a evaluar la recuperación en pacientes. Actualmente, se están explorando diversos mecanismos emergentes, incluidos los psicodélicos serotoninérgicos y neuroesteroides, que constituyen casi el 58% de los ensayos clínicos activos en 2023. Intrigantemente, la participación de tratamientos con psicodélicos ha aumentado, alcanzando un 24% de los ensayos iniciados este año. Los psicodélicos no alucinógenos han mostrado un potencial prometedor, representando casi un 32% de los ensayos activos.

En un contexto más amplio, los trastornos mentales afectan profundamente las percepciones y comportamientos de quienes los padecen, dañando relaciones personales y laborales y deteriorando la calidad de vida. Por esta razón, los medicamentos destinados a estas condiciones tienen un alto valor social, ya que no solo mejoran la calidad de vida de los pacientes, sino que también benefician a sus círculos familiares y sociales, quienes suelen soportar las consecuencias económicas y laborales de estas enfermedades.

La carga social relacionada con la salud mental ha crecido, y España registró en 2023 un asombroso número de bajas laborales debido a 'trastornos mentales y de comportamiento', alcanzando casi 600,000, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Este aumento en las estadísticas no solo resalta la urgencia de abordar las enfermedades mentales, sino también la necesidad de innovaciones y tratamientos que cambien la vida de millones.