Ribera defiende la gestión de la Aemet y la CHJ durante la Dana y culpa a la Generalitat Valenciana
2024-11-20
Autor: Francisco
VALÈNCIA (EFE). La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha comparecido este miércoles ante el Congreso de los Diputados para abordar la grave situación ocasionada por la Dana que afectó a Valencia. En su intervención, responsabilizó a la Generalitat Valenciana de la gestión del fenómeno y defendió la actuación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), asegurando que realizaron "alertas e informaciones adecuadas" en relación a la situación de emergencia.
Ribera expresó su pesar por las víctimas de esta tragedia, afirmando que la actuación en el terreno era prerrogativa de la administración autonómica. Destacó que la ley otorga a la administración central dos competencias principales: emitir avisos de emergencia y prestar apoyo al mando único que coordina la respuesta ante desastres. "Los servicios de Protección Civil autonómicos son los responsables de la comunicación con los ayuntamientos, la emisión de alertas y la identificación de medidas de protección para la población", aclaró.
En el contexto de un evento meteorológico tan excepcional como la Dana del 29 de octubre, que se caracteriza por ser el único de sus dimensiones en los últimos cinco años, Ribera resaltó que solo 1 de cada 400 avisos por lluvia ha alcanzado el nivel rojo en ese período. La intensidad de las precipitaciones registradas, que alcanzaron los 184,6 litros por metro cuadrado en Turís, llegó a ser históricamente alarmante, acumulando en solo tres horas más agua de la que suele caer en un año completo.
Para mitigar los efectos del desastre, Ribera indicó que el Gobierno activó de inmediato un conjunto de medidas de emergencia que incluían la reparación de infraestructuras hidráulicas y la limpieza de drenajes. Además, anunció inversiones de 500 millones de euros para restaurar el sistema de abastecimiento, saneamiento y depuración de aguas, vital para mejorar la situación de las 123 estaciones depuradoras en precario funcionamiento.
En relación al barranco del Poyo, destacó que el año 2012 estuvo muy cerca de acometer las obras necesarias para evitar tragedias como la vivida, pero el proceso se detuvo y nunca se concretó. Su comentario fue claro: "En junio de 2024 nos dijeron que esperáramos un poco más", refiriéndose a las vacilaciones de la comunidad autónoma sobre la ejecución de las obras.
Ribera también subrayó que España enfrenta una nueva realidad climática marcada por fenómenos extremos, con sequías e inundaciones más frecuentes. Recordó que entre enero y septiembre de 2024, la temperatura global fue de 1,54 grados por encima de la media preindustrial y que el calentamiento en la cuenca mediterránea supera en más del 20% al resto de los océanos. Esto deben ser alertas contundentes que obligan a un despliegue de medidas climáticas urgentes y efectivas.
Por último, rechazó la idea de que España sea un "Estado fallido" y defendió la credibilidad de la ciencia y las instituciones ante el desafío climático. "Hemos estado disponibles antes, durante y después de esta crisis, y continuaremos haciéndolo", concluyó, reafirmando su compromiso en valenciano: "Esto no puede volver a ocurrir jamás".