España, junto con Italia, ha sido uno de los principales beneficiarios de los fondos europeos durante la crisis provocada por la COVID-19, que dejó un lamentable saldo de más de 120.000 muertes y llevó a la economía al borde del colapso. A cinco años de esta crisis sanitaria, la UE reaccionó a través de la compra conjunta de vacunas y deuda mutualizada. Ahora, Pedro Sánchez siente que es el momento de realizar un gesto de solidaridad y fraternidad similar, enfocándose en el incremento del gasto en defensa, en un momento crítico para el proyecto europeo debido a la amenaza de Rusia y el desprecio por el paraguas militar de Estados Unidos. Sin embargo, esta propuesta ha encontrado resistencia entre la mayoría de los partidos que respaldaron su investidura, lo que ha tensado aún más la coalición de Gobierno en un tema tan sensible que ha dividido a la izquierda. Durante un reciente congreso del PSOE en Aragón, Sánchez argumentó: “¿Cómo no vamos a ser nosotros solidarios con aquellos que fueron solidarios con nosotros durante la pandemia?”

El congreso fue testigo de la elección de Pilar Alegría como nueva líder territorial, recibiendo un respaldo abrumador del 93,06%. Además, la nueva dirección autonómica ha mostrado un renovado apoyo a La Moncloa, cerrando así una época crítica bajo el liderazgo de Javier Lambán. Un sentido de optimismo se extendió entre los integrantes del partido, quienes celebraron la llegada de un nuevo liderazgo que busca mejorar la imagen del PSOE a nivel local.

Sánchez también subrayó la importancia de la seguridad en Europa, haciendo hincapié en su reciente visita a Finlandia, un país que comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia y que se unió a la OTAN en 2023. En este contexto, resaltó que otros países del Este de Europa, como Polonia y Rumanía, también enfrentan preocupaciones similares. “Los estados bálticos y otros en la región nos dicen: ‘Ayúdennos, tenemos un problema de seguridad’”, agregó. Sánchez dejó claro que la defensa de Europa debe incrementarse para responder adecuadamente a los desafíos actuales.

En el marco de la creciente tensión internacional, que incluye la guerra en Ucrania y la inminente reconfiguración de la política exterior de Estados Unidos bajo Donald Trump, Sánchez enfatizó en la necesidad de una paz “justa y duradera” y el fortalecimiento de las capacidades defensivas de España. En este sentido, el objetivo es aumentar el presupuesto de defensa hasta el 2%, un compromiso adquirido con la OTAN, que debería alcanzarse en 2029. A su vez, se espera que el Gobierno mantenga la intención de continuar aprobando este incremento en el gasto sin necesidad de pasar por el Congreso, sirviéndose de créditos y del fondo de contingencia de millones de euros.

Sin embargo, el panorama se complica aún más con la nueva guerra económica iniciada por Trump, cuyos aranceles a productos europeos podrían afectar significativamente a la economía española. Sánchez advirtió sobre los riesgos de abrir guerras comerciales, instando a la unidad en la respuesta de la Unión Europea. “Si nos imponen aranceles, la Unión Europea responderá unida y protegeremos a nuestros trabajadores, agricultores y ganaderos como lo hicimos durante la pandemia”, manifestó el líder socialista, a la vez que criticaba la opción de la derecha y la ultraderecha en el país.

Con un entorno internacional más incierto que nunca, el mensaje de Sánchez busca no solo asegurar la cooperación dentro de España, sino también reunir apoyo en un contexto europeo que enfrenta amenazas comunes.