Apenas un mes y medio después de que el Senado de EE. UU. confirmara a Robert F. Kennedy Jr. como nuevo líder del Departamento de Salud, ya están surgiendo alarmantes repercusiones clínicas. Recientes informes revelan que varios niños en Texas están siendo tratados por altos niveles tóxicos de vitamina A, un remedio que Kennedy promueve sin sustento científico para abordar el preocupante brote de sarampión que azota al país.

La preocupación ha escalado hasta tal punto que le costó su puesto a Peter Marks, director del centro de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y principal arquitecto de la Operación Warp Speed, que aceleró la vacunación contra el COVID-19. Además, RFK Jr. ha designado a un activista antivacunas de larga trayectoria, David Geier, para dirigir una 'investigación' sobre el supuesto vínculo entre las vacunas y el autismo, un tema que lo obsesiona.

Según "The Washington Post", esta controversial designación generó un gran revuelo entre científicos, ya que Geier y su padre han sido defensores de esta teoría desacreditada. En este contexto, el periodista de investigación Brian Deer señaló que Geier carece de las calificaciones necesarias para abordar tales temas.

El estudio fraudulento de Andrew Wakefield que hace más de dos décadas vincula las vacunas con el autismo ha sido desmentido por una cantidad abrumadora de evidencia científica. La Dra. Andrea Love, inmunóloga y microbióloga, enfatiza que la comunidad científica ha dejado claro que este vínculo es inexistente y advierte que Geier probablemente manipulará datos para sostener su postura.

El epidemiólogo Peter Hotez, experto en vacunas, menciona en una entrevista reciente que el movimiento antivacunas se está globalizando, a pesar de que su trabajo ha salvado innumerables vidas con el desarrollo de vacunas accesibles. Hotez alerta sobre el avanzado brote de sarampión en Texas, donde un alarmante 97% de los casos se reportan entre niños no vacunados. Este estado ha ido enfrentando un incremento del 28% en la última semana, con un total de 483 casos confirmados hasta la fecha.

Durante una entrevista en Fox News, Kennedy hizo comentarios irónicos sobre el uso de aceite de hígado de bacalao como tratamiento, en lugar de fortalecer la vacunación, lo cual es crítico en la lucha contra enfermedades altamente contagiosas como el sarampión. La Organización Mundial de la Salud ha utilizado la vitamina A en ciertas situaciones en África para reducir la mortalidad entre poblaciones desnutridas, pero en Texas no existe esa crisis alimentaria.

Expertos aseguran que los suplementos de vitamina A pueden ser peligrosos si no se administran adecuadamente, con riesgo de causar daño hepático. De hecho, el Hospital Infantil Covenant de Lubbock ha confirmado que varios de sus pacientes pediátricos, ingresados inicialmente por complicaciones del sarampión, presentan toxicidad por vitamina A.

La controversia en torno al brote de sarampión, que afecta desproporcionadamente a niños no vacunados, derivó en la renuncia de Marks, quien alegó que el Secretario de Salud no busca la verdad, sino promover la desinformación. Marks aseveró en su carta de dimisión que socavar la confianza en las vacunas puede tener consecuencias desastrosas para la salud pública.

Mientras RFK Jr. insiste en su misión de "hacer que EE. UU. vuelva a ser saludable", las alarmas saltan sobre el impacto real de su liderazgo. El futuro de la salud pública en el país podría depender de una rápida y efectiva respuesta a este creciente desafío de desinformación.