Han pasado cinco años desde que el príncipe Harry (40 años) tomó la drástica decisión de mudarse de Reino Unido a Estados Unidos, un cambio que ha deteriorado severamente su relación con la familia real. Las explosivas declaraciones tanto de él como de su esposa, Meghan Markle (43 años), sobre sus experiencias dentro del palacio han dejado sus lazos familiares en ruinas. A pesar de sus visitas ocasionales a su país natal, la falta de encuentros con su familia es cada vez más evidente, como quedó demostrado en su reciente visita a Londres.

Un príncipe solo en el juzgado

El duque de Sussex fue visto llegando al Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra y Gales, completamente solo y con un semblante grave, sin que ningún miembro de su familia lo acompañara. Este hecho resalta la distancia emocional que existe entre él y los otros miembros de la realeza. Mientras tanto, su padre, el rey Carlos, se encuentra en Roma celebrando su vigésimo aniversario de bodas junto a la reina Camilla, y su hermano Guillermo parece no tener intenciones de reunirse con él a pesar de la crisis familiar.

Harry ha regresado a Londres para reclamar protección personal por parte de la elite de la Policía Metropolitana (MET) durante su estancia en el Reino Unido, destacando su derecho a una seguridad que considera vital debido a su nacimiento en la Familia Real. "La amenaza es real; cualquier individuo con intenciones nefastas puede ser desencadenado por lo que ha leído sobre mí y actuar en consecuencia, lo que me preocupa inmensamente", declaró Harry en una reciente entrevista, dejando entrever su desconfianza.

La sombra sobre su residencia en EE. UU.

La situación de Harry no se limita a la falta de apoyo familiar, también enfrenta cuestionamientos sobre su residencia en América. Según informes de medios, la asociación conservadora Heritage ha presionado para que se revise su visa, dado que Harry ha admitido haber consumido sustancias en el pasado. Esto podría poner en riesgo su estatus migratorio en Estados Unidos, un hecho que ha generado un intenso debate mediático. Sin embargo, el juez Carl Nichols ha declarado que el tema no reviste interés público y no ha manifestado intención de actuar en consecuencia.

En el contexto de su biografía, 'En la sombra', Harry reveló episodios de su vida privada, incluyendo su experiencia con drogas y alucinógenos, lo que ha avivado aún más el escrutinio sobre su personalidad. Pese a esto, Donald Trump, ex-presidente de EE. UU., anunció en una entrevista que no tiene intenciones de deportar al príncipe, a pesar de su controversia: "No quiero hacer eso. Ya tiene suficientes problemas con su esposa. Ella es terrible", fueron sus palabras.

Meghan Markle, floreciendo en su carrera

Mientras Harry navega por estas turbulentas aguas familiares y legales, Meghan Markle está cosechando los frutos de sus esfuerzos profesionales. Su docuserie 'Con amor, Meghan' ha tenido tanto éxito que se ha renovado para una segunda temporada. Además, su marca de productos, anteriormente conocida como American Riviera Orchard, ha sido renombrada a 'As Ever', y los primeros artículos lanzados se agotaron en menos de media hora, indicando que su nuevo camino profesional está en pleno apogeo.

La vida del príncipe Harry se ha vuelto un verdadero torbellino de emociones, cuestiones legales y una lucha por el reconocimiento y la protección que él siente que merece, mientras que su esposa continúa brillando en el mundo del entretenimiento. ¿Cómo evolucionarán estas historias entrelazadas? Solo el tiempo lo dirá.