El FC Barcelona de baloncesto continúa su camino hacia los playoffs tras conseguir una victoria importante en el Palau contra el Zalgiris, ganando 82-70. Este triunfo fue liderado por un impresionante Darío Brizuela, quien tuvo el apoyo de Justin Anderson en un encuentro marcado por la intensa rivalidad en las gradas, donde la afición lituana estuvo muy presente.

El ambiente del partido recordó el vivido en el choque contra el Partizan, ya que nuevamente hubo una gran cantidad de aficionados rivales que agitaban los ánimos desde las gradas. Antes de que finalizara la primera mitad, la peña de los Dracs 1991 decidió abandonar su posición habitual en la grada superior después de un tenso enfrentamiento verbal con los seguidores del equipo visitante.

Por su parte, la peña Sang Culé también se retiró en protesta y emitió un comunicado en redes sociales expresando su descontento por la situación. Esta tensión en las gradas se reflejó sin duda en un partido lleno de emociones y esfuerzos en la cancha, donde el Barça logró salir victorioso ante el Zalgiris.

Cabe destacar que, no hace mucho más de un mes, Tomas Satoransky y Fall casi se enfrentaron físicamente en un altercado que se volvió viral. En esta ocasión, Satoransky fue el protagonista, pero dejó en claro que su explosividad era solo para dirigir a su equipo. En un momento crucial del partido, se levantó del banquillo de forma efusiva, gritando e incluso dando patadas en un intento por motivar a sus compañeros.

El escolta checo, que previamente había recibido atención médica por unas molestias en su mano izquierda, mostró su carácter al corregir a uno de sus compañeros que no logró hacerse con un rebote, que terminó en manos de un jugador del Zalgiris. La pasión y la entrega de Satoransky reflejan el deseo del equipo por alcanzar el éxito, aunque estos episodios de tensión podrían ser un indicativo de la presión que sienten los jugadores en su camino hacia la gloria en los playoffs.