Este lunes, el mundo se conmovió al conocer la trágica noticia del hundimiento de un barco turístico que estaba realizando un viaje de buceo en el Mar Rojo, al este de Egipto. El SeaStory chocó con un arrecife de coral en la zona de Al Ghadeer, dejando a la población en estado de alerta. Fuentes diplomáticas confirmaron a EFE que a bordo del barco había 45 personas, entre las cuales había cinco ciudadanos españoles que, afortunadamente, ya se encuentran a salvo.

De los 28 pasajeros que han sido rescatados, los cinco españoles forman parte de un grupo que se hallaba fuera de peligro. Sin embargo, se reporta que aún hay 17 personas desaparecidas. Las autoridades egipcias han intensificado las labores de búsqueda en la costa, específicamente en la zona de Marsa Alam, con la esperanza de encontrar a los desaparecidos lo antes posible.

Las causas del hundimiento aún son un misterio

Las razones detrás del hundimiento del SeaStory aún no han sido esclarecidas, lo que ha generado una nube de incertidumbre y especulación entre los familiares de los pasajeros y la opinión pública. Hasta ahora, solo el gobernador de la provincia del Mar Rojo, Amro Hanafi, se ha manifestado al respecto, informando que se han realizado rescates exitosos gracias a la colaboración de equipos especiales y las Fuerzas Armadas y Navales egipcias. Los sobrevivientes están recibiendo la atención médica necesaria, aunque no se han revelado detalles sobre su estado de salud.

"La seguridad de todos es nuestra prioridad", afirmó Hanafi en un comunicado, prometiendo que su departamento proporcionará información adicional tan pronto como sea posible. Este desastre ha puesto de relieve la importancia de las medidas de seguridad en actividades turísticas y ha suscitado un debate sobre las regulaciones en torno a la navegación en aguas potencialmente peligrosas.

Mientras tanto, las autoridades y los equipos de rescate continúan su esfuerzo en la búsqueda de los desaparecidos. Las familias de aquellas personas que aún no han sido localizadas viven momentos de angustia, esperando noticias esperanzadoras. La comunidad internacional observa de cerca este trágico suceso, recordando la fragilidad de la vida en medio de la belleza del Mar Rojo.