La devastadora Dana (Depresión Aislada en Niveles Altos) y las inundaciones que azotaron Valencia han dejado una huella profunda en la comunidad. Este jueves, la cifra de víctimas mortales ha aumentado a 221, tras el hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer en La Torre, una de las zonas más afectadas del sur de Valencia. Esta trágica noticia ha conmocionado a los ciudadanos, quienes han estado esperando respuestas y un cierre ante la angustiosa incertidumbre.

De los 221 fallecidos, ya se han practicado autopsias a 220 y 219 de ellos han sido plenamente identificados. La identificación se ha realizado principalmente a través de huellas dactilares (170 casos), análisis de ADN (45 casos) y por identificación hospitalaria (4 casos). Sin embargo, aún quedan dos cuerpos por identificar, entre ellos el de la mujer encontrada recientemente en Torrent y la víctima de La Torre.

El número de desaparecidos ha disminuido a siete tras la localización de una persona en días recientes. La noticia de que más familias podrían recibir a sus seres queridos es un pequeño alivio en medio de tanto sufrimiento.

Además, las familias de las 219 víctimas identificadas han podido recuperar los restos de sus seres queridos y llevar a cabo los funerales, una etapa importante en su proceso de duelo. Este acto se da en un momento de profunda tristeza y debe ser acompañado con todo el respeto y consideración que merecen.

El Centro de Integración de Datos (CID), compuesto por expertos forenses y agentes de seguridad, se encarga de la identificación de las víctimas en situaciones de múltiples víctimas como esta. La coordinación entre las diferentes fuerzas de seguridad ha sido crucial para responder de manera efectiva a la crisis.

Es importante destacar que la mayoría de las víctimas confirmadas son de la Comunidad Valenciana, mientras que un número menor proviene de Castilla-La Mancha y Andalucía. La magnitud de esta tragedia resuena fuertemente en el corazón de los valencianos, quienes se han movilizado para apoyar a las familias afectadas y para recuperar la normalidad en sus vidas.

La comunidad se une en duelo, recordando a quienes han perdido la vida y manteniendo la esperanza de que los desaparecidos sean encontrados. Sin duda, Valencia necesita sanar y reconstruir no solo su infraestructura, sino también su espíritu colectivo.