En un movimiento estratégico, UBS ha elevado su participación en Indra a casi el 5%, justo cuando el sector de defensa está viviendo un auténtico auge. La reciente política exterior de la Casa Blanca ha forzado a Europa a actuar rápidamente para lograr una mayor independencia estratégica, y este desarrollo está transformando el panorama de la industria armamentista.

A principios de marzo, la Comisión Europea propuso a los Estados miembros un ambicioso paquete de defensa que podría ascender a 800.000 millones de euros, además de una flexibilización en su restrictiva política de déficit. Por otro lado, Alemania ha revelado planes para crear un fondo de inversión en seguridad que se acercará a los 400.000 millones de euros, junto a la reforma de su constitución para permitir modificaciones en el límite de deuda.

En España, el Gobierno se plantea destinar fondos del 2% del PIB al sector de defensa, aunque se anticipa que esta meta será un desafío, especialmente por la compleja aritmética parlamentaria y la postura de su socio de Gobierno, Sumar. Este anuncio ha generado una ola de optimismo entre las empresas del sector, y en particular, Indra, que juega un papel crucial en esta nueva etapa de inversión y desarrollo. Además, se espera que otras empresas del sector se beneficien de este clima de aumento de inversiones, lo que podría significar un significativo empuje hacia la innovación y la sostenibilidad dentro de la industria de defensa.