Este viernes, Carolina Herrera se despidió de su amado esposo Reinaldo Herrera, quien falleció a los 91 años el pasado 19 de marzo en su hogar de Manhattan. La reconocida diseñadora de moda, que adoptó el apellido de su marido, estuvo acompañada por sus hijas, Carolina Adriana y Patricia Cristina, así como varios de sus nietos, en uno de los momentos más difíciles de su vida.

El funeral se llevó a cabo en la iglesia de San Vicente Ferrer, situada en el Upper East Side de Nueva York, con la familia visiblemente afectada por la pérdida de un hombre que fue un pilar en su vida y un conocido dentro de las esferas sociales más exclusivas. Amigos cercano a la familia, incluidos grandes nombres del mundo de la moda y la alta sociedad neoyorquina, se unieron a las despedidas, reflejando la impresionante influencia que tuvo Reinaldo en el ámbito social.

Reinaldo Herrera, apodado el marqués de la Torre, nació en una familia prominente en Venezuela y se destacó por su elegante carácter y diplomacia. En 1980, la familia se mudó a Nueva York, donde Carolina lanzaría su legendaria carrera de moda. Recordemos que su primera colección fue presentada el año siguiente en un evento que vio a grandes figuras como Andy Warhol y Bianca Jagger entre el público.

Gracias al apoyo constante de Reinaldo, Carolina consolidó su imperio en el mundo de la moda, vistiendo a íconos como Jackie Onassis, quien fue una de sus primeras y más leales clientas. Reinaldo, por su parte, dejó su huella en Vanity Fair, donde logró entrevistas con personajes históricos y contribuyó a la creación de la International Best Dressed List, que sigue siendo una de las listas más codiciadas.

Durante su vida, Reinaldo también fue anfitrión de eventos memorables en su hogar, donde se codeaba con las figuras más influyentes del momento, incluyendo a la familia Kennedy y la infanta Elena. Su legado no solo se siente a través de su éxito profesional, sino también en la calidad de las relaciones que cultivó a lo largo de los años.

Alberto Moreno, del equipo editorial de Vanity Fair España, lo describió una vez como "un gentleman hasta con una escafandra de astronauta", reflejando su naturaleza excepcional. Para finalizar, es un momento de gran tristeza no solo para su familia, sino también para todos los que conocieron y amaron al marqués. Sus restos serán depositados en su Caracas natal, un último viaje a las raíces que tanto amó.