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Un médico en el caos de Gaza: 'Para salvar vidas, necesitamos amputar'

2024-10-12

Autor: Ana

En el corazón del conflicto en el norte de Gaza, el doctor Mohamed Obaid, cirujano de 40 años y jefe del hospital Al Awda en Yabalia, enfrenta una realidad desgarradora: "Para tratar de salvar vidas, necesitamos amputar". Este hospital, ubicado en el mayor campo de refugiados de Gaza, se ha convertido en un refugio de desesperación y sufrimiento, mientras las tropas israelíes intensifican sus ofensivas. La situación es crítica, con cientos de miles de personas atrapadas, muchas sin acceso a ayuda humanitaria, según informes de la ONU y organizaciones de socorro.

Las jornadas en Gaza transcurren entre ataques aéreos y terrestres, así como órdenes de evacuación que han dejado a la población en un estado de terror constante. Recientemente, un bombardeo en Yabalia resultó en al menos 22 muertes, con más de una treintena de heridos que no pueden ser rescatados debido a la inseguridad imperante. "La cantidad de víctimas es abrumadora, y la comunidad internacional parece ignorar el horror que enfrentamos aquí", lamenta Obaid en una conversación telefónica.

A pesar de los riesgos, el médico ha decidido permanecer en el hospital, atendiendo a un número reducido de pacientes en medio de la escasez de personal médico, ya que muchos han huido por miedo o han sido desplazados. El centro está funcionando con solo el 5% de su plantilla original. Un total de 50 pacientes, seis de los cuales requieren amputaciones, dependen de su atención. Sin embargo, los recursos son escasos; no hay cirujanos vasculares ni neurocirujanos disponibles, complicando aún más su capacidad para salvar vidas.

La situación humanitaria es alarmante. Desde el 1 de octubre, el Programa Mundial de Alimentos ha informado que no ha llegado ayuda alimentaria al norte de Gaza, lo que ha llevado a un impacto devastador en la seguridad alimentaria de la región. Las cifras de víctimas continúan aumentando, con un total de 42.175 muertos, la mayoría de ellos mujeres y niños, según cifras oficiales del gobierno de Hamás.

Además, en medio de esta tragedia, los periodistas que intentan informar sobre la situación en Gaza están bajo ataque. Recientemente, un reportero del canal Al Aqsa fue asesinado y otro de Al Jazeera resultó gravemente herido, lo que ilustra el peligro al que se enfrentan aquellos que documentan el horror de la guerra.

El ejército israelí ha emitido nuevas órdenes de desplazamiento forzoso, lo que ha llevado a una crisis humanitaria aún más profunda, afectando a escuelas y refugios administrados por Naciones Unidas. Esta campaña militar ha sido calificada como un crimen de guerra por varios grupos de derechos humanos, que subrayan que la comunidad internacional debe actuar para proteger a la población civil de Gaza.

A pesar de todo, las personas siguen atrapadas en el campo de refugiados de Yabalia. Haydar, un conductor de MSF, comparte su angustia: "Estamos aterrorizados y no sabemos cuánto más podremos soportar. Cada día es una lucha por la supervivencia. Mis hijos y mi esposa dependen de mí, y siento que el futuro es cada vez más incierto". La violencia ha dejado una profunda huella en la comunidad, y muchos temen que lo peor aún esté por llegar.