Una mujer que trabajaba en la cadena de montaje de la empresa Congelados Noribérica SAU, ubicada en Mos, ha recibido una compensación de 600.000 euros debido a las secuelas neurológicas severas que sufrió tras resbalar en el suelo de la fábrica.

El accidente, que ocurrió en un área de trabajo donde las condiciones de seguridad eran cuestionables, le ha dejado con consecuencias graves que la han llevado a depender de una silla de ruedas para su movilidad.

Este caso ha resaltado la importancia de la seguridad laboral y ha generado un debate sobre las condiciones de trabajo en la industria alimentaria. Muchos trabajadores han comenzado a exigir mayores medidas de protección y atención a la salud, argumentando que situaciones como estas pueden evitarse con un adecuado mantenimiento de las instalaciones y procedimientos de seguridad.

Además, la compensación de esta trabajadora abre una nueva vía para que otros empleados que hayan sufrido accidentes similares puedan reclamar lo que les corresponde. Muchos abogados especializados en derecho laboral están viendo un aumento en los casos que buscan justicia para trabajadores lesionados, lo que podría llevar a un cambio significativo en cómo las empresas abordan la seguridad en el lugar de trabajo.