El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sorprendido al país con una serie de revolucionarios anuncios sobre migración este miércoles. Entre las medidas más destacadas se encuentra una reforma del Reglamento de Extranjería que promete eliminar trámites burocráticos innecesarios y establecer nuevas categorías relacionadas con el empleo y las redes familiares. Además, Sánchez ha presentado un ambicioso plan nacional de integración y convivencia intercultural, que se discutirá en el Consejo de Ministros en noviembre.

Pero eso no es todo. En un movimiento estratégico, el presidente también ha anunciado que solicitará a la Unión Europea que acelere la implementación del Pacto de Migración y Asilo. La propuesta busca que las herramientas de control fronterizo y redistribución de migrantes se activen en verano de 2025, un año antes de lo previsto inicialmente.

Sánchez ha enfatizado que para llevar a cabo estas iniciativas, el Gobierno colaborará estrechamente con ONG y asociaciones civiles que trabajan en la primera línea de esta crisis migratoria. Esto refleja un esfuerzo por involucrar a la sociedad civil en la creación de políticas más efectivas y humanas.

En un tono directo, el presidente también ha instado al Partido Popular (PP) a regresar a la mesa de negociación para desbloquear la reforma de la Ley de Extranjería, que exige a las comunidades autónomas recibir a menores inmigrantes. Esta reforma es crucial, especialmente en lugares como Canarias, donde la saturación de instalaciones está limitando la atención a estos jóvenes vulnerables.

A pesar de un aparente descenso en las llegadas de migrantes a Canarias, que se habían ralentizado a 1.234 en la primera parte de septiembre, las cifras han vuelto a dispararse con un total de 4.050 llegadas en solo quince días. Esto resalta la urgencia de una respuesta coordinada y eficaz ante la crisis.

En su discurso, Sánchez no dudó en dirigirse directamente a los miembros del PP, instándoles a "asumir su responsabilidad" y a dejar de lado las confrontaciones para apoyar la reforma necesaria. La cuestión de la ayuda europea en materia migratoria también fue un tema candente, con el PP criticando al Gobierno por supuestamente haber renunciado a este apoyo. Sin embargo, Sánchez reafirmó su compromiso de exigir una política de corresponsabilidad y solidaridad en Bruselas, destacando que es fundamental que toda Europa se involucre de manera efectiva en la gestión de los flujos migratorios, especialmente en los países del Mediterráneo.

Por último, el presidente desmintió las acusaciones del PP, calificándolas de "bulo" y defendiendo su posición de frente a las críticas. Estos anuncios marcan un punto de inflexión en la política migratoria de España y podrían tener repercusiones significativas en la respuesta a la crisis que enfrenta el país en la actualidad.