El subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, compareció ante la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados para discutir las alarmantes cifras de homicidios, que alcanzaron los 37 durante la semana de fiestas patrias. La presencia de Vergara no fue fácil, ya que se encontró con una intensa oposición de parte de los diputados, quienes llegaron a exigir su renuncia.

La sesión se inició con el diputado José Miguel Castro (RN), quien sin rodeos preguntó a Vergara si ha considerado dejar su puesto. Castro criticó la actual situación de seguridad, señalando que a pesar de los esfuerzos, los homicidios se están convirtiendo en un fenómeno nacional inaceptable. "Es preocupante que se hable de equidad territorial en términos criminales cuando la realidad es tan cruda y generalizada", expresó.

Las críticas no se detuvieron allí. Jorge Alessandri (UDI) también cuestionó las declaraciones de Vergara, recordándole que durante su oposición, había pedido la renuncia del ministerio del Interior con cifras menores de homicidios. "Esto pone en evidencia un doble estándar en la gestión de la seguridad", afirmó.

Andrés Longton (RN) continuó la serie de interrogantes al subrayar que, en vez de reconocer la gravedad de la situación, Vergara intentaba presentar un panorama optimista, lo que consideró absurdo. Henry Leal (UDI) sugirió que la relación entre los parlamentarios de oposición y el subsecretario podría cambiar, condicionando su apoyo a la presencia de asesores en futuras sesiones.

A pesar de la presión, Vergara respondió cada acusación. Defendiendo su postura, dijo: "No me siento ofendido. Lo que se está cuestionando no es a mí, sino a todos los chilenos que enfrentan esta situación". Añadió que las críticas basadas en un video editado no eran pertinentes en el contexto de la discusión real sobre la seguridad pública.

"Desde 2014, hemos visto una inequidad en la seguridad que conecta directamente con la pobreza multidimensional y el aumento de delitos violentos", afirmó el subsecretario, pidiendo así que la atención se centrara en soluciones efectivas en lugar de en polémicas políticas. Sin embargo, la tensión en la sala aumentó cuando Longton solicitó a la presidenta de la comisión que ordenara a Vergara, quien estaba reaccionando de manera enérgica ante las interrogantes.

Mientras tanto, el ministro del Interior, Manuel Monsalve, evitó respaldar las declaraciones de Vergara, comentando la falta de claridad en sus palabras y el contexto en que se formularon. Fuentes cercanas a la subsecretaría aseguraron que no hay un quiebre en la relación entre Vergara y Monsalve, y que la prioridad es abordar de manera constructiva la crisis de seguridad que afecta al país.

La situación en Chile respecto a la seguridad es cada vez más tensa y preocupa a la ciudadanía, que exige respuestas efectivas y medidas rápidas del gobierno para revertir las cifras alarmantes de criminalidad.