¡Descubre cómo nuestro cerebro reacciona ante la Lotería de Navidad! "La gratificación, el deseo y el placer"
2024-12-16
Autor: Mateo
Al llegar la primera quincena de diciembre, el tema de conversación se centra casi exclusivamente en un evento muy esperado: la Lotería de Navidad. Todos comenzamos a soñar despiertos, imaginando qué haríamos si resultáramos ganadores del 'Gordo' o, al menos, si logramos obtener algún décimo premiado. Aunque la sabiduría popular dice que el dinero de este sorteo "no da para tanto", lo cierto es que compartir esa ilusión nunca amarga, sobre todo cuando se trata de resolver deudas o dar un respiro financiero.
La psicología nos ayuda a entender por qué tantas personas se lanzan a probar suerte con uno o varios números. Desde un punto de vista cerebral, esta propensión a participar en el sorteo no solo está vinculada al deseo de ganar, sino también a la tradición y la conexión emocional que genera. Este sistema recompensa nos induce a sentir placer y, por tanto, a repetir experiencias que nos hacen felices, no solo en el contexto de la lotería sino en múltiples aspectos de nuestra vida.
La relación entre la felicidad y la Lotería de Navidad
El 22 de diciembre no es solo un día de sorteo; es un fenómeno cultural que se espera con ansia durante todo el mes. Mientras elegimos nuestros décimos y esperamos el día del evento, también participamos en rituales familiares, como disfrutar de un chocolate con churros mientras seguimos el sorteo en la radio o la televisión. Este tiempo de preparación y la expectativa que se genera forman parte de la gratificación psicológica asociada a la lotería.
Santiago Santamaría, psicólogo experto en el tema, destaca que nuestras conductas principales están regidas por un sistema conocido como "sistema de recompensa". Este complejo neuronal se activa en respuesta a diversos estímulos, permitiéndonos experimentar alegría y satisfacción.
¿Qué papel juega la dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor fundamental en este proceso. Según expertos en psicología, este sistema de recompensa no solo nos lleva a buscar la repetición de situaciones placenteras, sino que en el caso de la Lotería de Navidad, la emoción proviene más del acto de participar que del resultado en sí. Es esa ilusión, esa chispa de esperanza, lo que proporciona alegría y emoción en la víspera del sorteo.
Marian Rojas Estapé, reconocida psiquiatra, explica que a medida que participamos en actividades que nos agradan, nuestro cerebro establece conexiones que generan hábitos, los cuales pueden ser positivos o negativos. La clave está en cómo elegimos las actividades que nos proporcionan satisfacción. Ella también menciona la importancia de entender nuestras "carreteras neuronales". Estas son los patrones de comportamiento que forjamos a través de nuestras experiencias diarias, ya sean saludables, como jugar con nuestros hijos, o potencialmente nocivas, como el uso excesivo de videojuegos.
En resumen, el fenómeno de la Lotería de Navidad no es únicamente una cuestión de ganar dinero, sino una celebración que toca aspectos emocionales, culturales y psicológicos que nos unen como sociedad. Así que este 22 de diciembre, no solo compitamos por el premio, sino aprovechemos la oportunidad de disfrutar y compartir momentos especiales con nuestros seres queridos.