Al menos 46 personas han perdido la vida y otras 85 han resultado heridas en los devastadores bombardeos lanzados por Israel contra Líbano este miércoles, según el Ministerio de Salud Pública libanés.

Un reciente comunicado del ministerio detalla que las víctimas perecieron entre los ataques del "enemigo" que tuvieron lugar en las últimas 24 horas en ciudades y pueblos del sur del Líbano, incluyendo Al Nabatiye, así como en las regiones de Bekaa y Baalbek, en el noreste del país.

Desde el inicio de las hostilidades entre las fuerzas israelíes y el grupo chií Hezbolá, los ataques israelíes han cobrado la vida de casi 2,000 personas en Líbano. Con los datos más recientes, el total de víctimas mortales se eleva a 1,974, mientras que el número de heridos asciende a 8,789, conforme a un informe difundido este miércoles por la Presidencia del Consejo de Ministros de Líbano.

La mayoría de las víctimas se encuentran en el sur del país y en los suburbios meridionales de Beirut, especialmente en el Dahye, que es un bastión significativo de Hezbolá en la capital.

La intensificación de los bombardeos ha provocado un desplazamiento masivo, afectando a casi 1.2 millones de personas. Muchos de ellos buscan refugio en segundas residencias, hoteles, y en uno de los 867 albergues que fueron habilitados por las autoridades. Sin embargo, se estima que más del 74% de estos albergues están completamente llenos.

El Gobierno libanés ha contabilizado hasta ahora solamente 160,000 personas registradas en estos albergues, lo que representa solo un 13.3% de la población desplazada hasta el momento. La difícil situación ha llevado a miles de personas a dormir en las calles de Beirut y en otras zonas consideradas más seguras al norte de la capital.

Es importante mencionar que las tensiones entre Israel y Hezbolá han ido en aumento desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza hace casi un año, pero el brote reciente de violencia ha alcanzado niveles alarmantes no vistos desde 2006. La situación humanitaria se agrava con cada nuevo ataque, mientras las organizaciones internacionales clamoran por una urgente intervención y solución a este conflicto devastador.