La controversia en torno al grado de Medicina en la Universidad de Alicante (UA) ha alcanzado nuevas dimensiones. Recientemente, la Facultad de Filosofía y Letras, junto con departamentos clave como Fisiología, Genética, Microbiología, Bioquímica y muchos más, han manifestado su apoyo a la declaración institucional que defiende la existencia de esta carrera. Esta declaración fue aprobada de forma unánime el 10 de septiembre por el Consejo de Gobierno, y desde entonces, más facultades y departamentos se han unido a la causa.

En un movimiento significativo, se ha sumado la Facultad de Derecho, Ciencias y Ciencias de la Salud, lo que refuerza cada vez más la demanda de la comunidad universitaria. Además, se han incorporado áreas como Matemáticas, Historia, Enfermería y Psicología, entre otros, destacando la importancia de una defensa conjunta frente a la situación que atraviesa la UA.

La respuesta ha sido abrumadora. Diversos colectivos, sindicatos y figuras prominentes, incluido el rector honorífico Antonio Gil Olcina, han hecho eco de la necesidad de que la UA defienda su integridad institucional. Gil Olcina instó al Consejo de Gobierno a «utilizar todos los medios legales a su alcance» para proteger el prestigio y la esencia de la universidad.

Figuras destacadas como los exrectores Salvador Ordóñez e Ignacio Jiménez Raneda también han respaldado esta petición, subrayando el valor de los estudios de Medicina en la UA. Investigadores notables como Fernando Maestre y José Antonio Hurtado, exdecano de la Facultad de Ciencias de la Salud, también se han pronunciado a favor de esta carrera esencial.

En medio de esta crisis, la rectora Amparo Navarro ofreció cuentas al Consejo de Gobierno sobre el acercamiento entre la Generalitat Valenciana y la UA en la lucha por el grado de Medicina. En un contexto donde su carrera política está en juego, Navarro reafirmó que su postura ha sido constante y firme. Además, se espera que elecciones cruciales se lleven a cabo de forma telemática el 27 y 28 de noviembre, lo que añade una capa de incertidumbre a la situación.

A medida que la universidad y sus apoyos se hacen más visibles, las preguntas sobre el futuro del grado de Medicina persisten: ¿podrán garantizar su continuidad frente a los desafíos administrativos? La comunidad universitaria está decidida a luchar, pero el tiempo se está agotando. ¡No te pierdas el desenlace de esta batalla decisiva!