La higiene dental es esencial no solo para mantener una sonrisa radiante, sino también para preservar nuestra salud general. A pesar de la creciente conciencia sobre su importancia, abundan los mitos que pueden comprometer nuestra salud bucal. Desmitificar estas creencias es crucial para fomentar prácticas adecuadas que aseguren dientes fuertes y encías sanas a lo largo de la vida.

Una de las preguntas más frecuentes es: ¿es cierto que cepillarse los dientes con fuerza es más efectivo? La odontóloga Loreto Ortiz, académica de la Universidad del Desarrollo, explica que este es uno de los mayores mitos. Asegura que el uso de cepillos de cerdas duras y cepillarse con fuerza no solo es incorrecto, sino que puede causar daño a las encías. “Las cerdas deben ser suaves para alcanzar correctamente todos los rincones de la boca sin lesionar los tejidos”, enfatiza.

Además, la duración del cepillo de dientes no es un asunto que se pueda estandarizar. Según Ortiz, hay que evaluarlo constantemente. Si los filamentos están doblados, es hora de reemplazarlo. Entonces, ¿qué hacer para mantener una buena higiene? Ella sugiere cepillarse al menos tres o cuatro veces al día, especialmente después de las comidas.

Un concepto importante que destaca es que el primer cepillado debe hacerse al despertar para evitar iniciar el día con bacterias en la boca. “Las bacterias se alimentan de los residuos de alimentos y producen caries, además de alterar el pH de la boca”, explica. Esto resalta la necesidad de una higiene efectiva desde el inicio del día.

El cuidado dental no se limita a los dientes; la limpieza de la lengua es esencial, ya que una acumulación de bacterias puede causar mal aliento, conocido como halitosis. Si notas que tu lengua está blanca, es hora de hacer una limpieza más meticulosa en esta área.

Los padres deben estar atentos a la higiene dental de sus hijos. La experta señala que los niños deben comenzar a cepillarse solos cuando demuestren las habilidades motoras adecuadas, generalmente alrededor de los 6 a 7 años, asegurándose de que se les enseñe la técnica correcta.

Algunos adultos con dificultades motoras pueden beneficiarse del uso de cepillos eléctricos, pero siempre bajo circunstancias específicas. También es clave recordar que el hilo dental y los enjuagues bucales son complementos importantes, pero nunca deben reemplazar el cepillado. Ortíz aclara que el enjuague bucal no es esencial para controlar la placa, su función principal es química.

Finalmente, la experta advierte sobre las señales que nos envían nuestras encías y dientes. Sangrar ocasionalmente no siempre es un signo de problema, pero nunca está de más consultar a un dentista. Prevenir es mejor que curar, así que asegúrate de seguir estos consejos y mantener tu sonrisa saludable. ¡No dejes que los mitos arruinen tu dentalidad!