Matías Fernández, el icónico campeón de América con la Roja en 2015, ha dado un giro a su vida. A dos años de retirarse del fútbol profesional, Matías se ha convertido en un papá dedicado las 24 horas, 7 días a la semana, de sus cuatro hijos: Antonia (16), Aylén (12), Ángel (8) y el pequeño Adán (2). Mientras su carrera deportiva queda atrás, su nueva pasión es ser el mejor padre posible.

"Mi hijo Ángel ya juega en la escuela de fútbol de Colo Colo y le encanta pelotear. No sé si será futbolista, es muy pequeño aún para eso, pero es diestro y le pega muy fuerte", comentó Matías en una extensa entrevista. Su experiencia en el fútbol le permite observar el potencial de su hijo, aunque su mayor preocupación ahora es que Ángel disfrute del juego sin presiones.

Matías también reveló que ha asumido el rol de 'Uber' para sus hijos, llevando a cabo las diversas actividades familiares. "Soy el que los lleva al colegio, a sus actividades deportivas y, por supuesto, a las fiestas de cumpleaños de sus amigos. También cuido a Adán, cambiándole pañales y preparando papillas. Esta vida me hace feliz", dijo el exfutbolista, lleno de amor por su familia.

Hablando de las actividades deportivas de sus hijas, Matías se mostró orgulloso. "Antonia practica voleibol y equitación. Aunque debo confesar que no soy fanático de los caballos, ya que lo encuentro un poco peligroso, apoyo su pasión y la llevamos a un club en Chicureo. Aylén es una talentosa patinadora de velocidad, campeona nacional, y próximamente la estaremos acompañando a una competencia en Geisingen, Alemania, donde representará al Team Díaz", añadió emocionado.

El exjugador también destacó las dificultades que enfrentan las familias que apoyan a jóvenes atletas en Chile. "¿Son caros esos deportes? Te lo puedo confirmar. La equitación no es accesible para muchos, y lo mismo ocurre con el patín carrera. Los patines de competencia son bastante costosos, y es triste que sean las familias las que sienten ese peso. Me gustaría ayudar a cambiar esta situación", reflexionó Matías con la esperanza de que otros puedan disfrutar de la misma pasión por el deporte sin limitaciones económicas.

Con la calidez de un padre dedicando cada momento a sus hijos, Matías Fernández muestra que, aunque dejó el terreno de juego, el verdadero partido de su vida se juega en casa. ¡No te pierdas la oportunidad de seguir su inspiradora historia!