Ciencia

¡Ella es la Dama del Ártico! Conoce a la ingeniera española que lucha contra el cambio climático desde el Polo Norte

2024-12-08

Autor: Benjamín

En las heladas y desafiantes tierras del Ártico, donde la oscuridad domina durante meses, Susana García-Espada, originaria de Guadalajara, España, desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y el avance de la ciencia global.

Desde el Observatorio Geodésico de la Tierra en Ny-Ålesund, Svalbard, Noruega, esta apasionada ingeniera lidera fundamentales proyectos de investigación que se traducen en información vital para el estudio del cambio climático, la mejora del GPS y el monitoreo de los niveles del mar.

"Trabajo en Noruega gracias a una colaboración científica entre España y Noruega", reveló García-Espada en una entrevista a través de videollamada, mientras la temperatura fuera de su hogar caía por debajo de los 15 grados. Desde que se mudó hace cuatro años desde el Observatorio Geodésico de España, el centro de investigación se ha convertido en su segunda casa.

Ny-Ålesund es uno de los lugares más al norte del planeta, albergando instalaciones científicas de primer nivel dedicadas al estudio del impacto humano en el clima y sus repercusiones en la frágil ecosfera ártica.

El Observatorio Geodésico de la Tierra es operado por la Autoridad Noruega de Cartografía y es un referente internacional en la investigación geodésica, que estudia la forma y las variaciones de nuestro planeta.

Desde este vital centro, García-Espada lidera investigaciones que abarcan desde la rotación de la Tierra hasta el monitoreo de los niveles del mar, utilizando tecnologías avanzadas, como un radiotelescopio. "Esto nos permite observar quásares a distancias insondables, ayudándonos a medir cómo la Tierra se desplaza en relación a esos puntos en el universo", comentó.

Estos valiosos datos no solo son críticos para entender los movimientos terrestres, sino que también son indispensables para los sistemas de navegación global, como el GPS. Además, cuenta con un gravímetro que mide variaciones en la gravedad terrestre, lo cual es esencial no solo para la investigación científica, sino también para gestionar las órbitas de los satélites artificiales.

Pese a que la geodesia es una disciplina poco conocida, Susana describe su trabajo como "un campo fascinante", donde cada día es una oportunidad de aprendizaje. "Las técnicas evolucionan constantemente, y es un reto mantenerse al día. Me encanta interactuar con personas de diversas culturas y naciones", agregó.

En Ny-Ålesund también operan el Instituto Polar Noruego y la base de investigación AWIPEV, en colaboración entre Alemania y Francia, creando un ambiente de cooperación internacional.

"Aquí, todos hablamos en inglés, pero estoy aprendiendo noruego. No es fácil, pero me motiva hablarlo con fluidez", confesó García-Espada, quien destaca la importancia de la adaptación y la comunidad en un entorno tan remoto.

La oscuridad incesante del invierno presenta uno de los mayores retos para quienes trabajan en el Ártico. En Ny-Ålesund, la ausencia de luz solar puede extenderse por semanas, lo que afecta la salud mental y física de sus habitantes. "Los inviernos son desafiantes, verdaderamente oscuros. Pueden alterar el sueño y tienen efectos directos sobre nuestra salud", explicó.

Para combatir esta adversidad, Susana y su equipo han implementado rutinas estrictas. "Generalmente viajo a España cada cuatro meses para recargar energías y ver el Sol", reveló. Además, comparten las comidas y fomentan hábitos de sueño regulares, considerándolos fundamentales para mantener la moral y el bienestar en un entorno tan hostil.

Durante los largos periodos oscuros, García-Espada utiliza una lámpara especial que simula la luz solar, ayudando a regular su ciclo biológico y mitigar los efectos negativos de vivir en estas condiciones extremas. También participan en actividades físicas grupales, como el bandy, un deporte similar al hockey sobre hielo, que ayuda a mantenerlos activos y enérgicos.

A medida que la ciencia avanza, la presencia femenina en el campo de la investigación ártica ha crecido significativamente en los últimos años. "En nuestro equipo, por ejemplo, una mujer está a cargo de las reparaciones de electricidad. Cada vez hay más investigadoras en diferentes áreas", destacó Susana. "Mi generación busca y valora oportunidades laborales, y Noruega tiene una cultura que apoya la inclusión femenina".

Según García-Espada, el ambiente laboral noruego ha potenciado su desarrollo profesional y le ha brindado la oportunidad de crecer dentro de una comunidad científica internacional comprometida con la sostenibilidad y el avance del conocimiento.

La vida en Ny-Ålesund no se centra únicamente en la investigación científica, sino también en la espectacular belleza natural del entorno ártico. "Llevo cuatro años aquí, y cada día me maravillan los paisajes que me rodean", compartió. La presencia de auroras boreales en invierno y los avistamientos de osos polares en verano hacen que la experiencia de trabajar en el Ártico sea verdaderamente única e inigualable. "Estos son algunos de los motivos por los cuales trabajar en Svalbard es tan especial", concluyó Susana.