Ciencia

¡Increíble descubrimiento! Los científicos sugieren que el exoplaneta Trappist-1 b podría tener atmósfera

2024-12-16

Autor: Lucas

Recientes investigaciones del Centro español de Astrobiología (INTA-CSIC), utilizando el telescopio James Webb, revelan la intrigante posibilidad de que Trappist-1 b, uno de los siete planetas rocosos que orbitan la estrella Trappist-1 ubicada a 40 años luz de la Tierra, posea una atmósfera.

Este sistema planetario es único, proporcionando a los astrónomos una oportunidad excepcional para estudiar siete planetas similares a nuestro propio mundo y analizando que tres de ellos se encuentran en la llamada "zona habitable", donde podría existir agua líquida en la superficie, esencial para la vida tal como la conocemos.

Hasta ahora, el telescopio espacial James Webb ha dedicado 290 horas en diez programas de investigación a observar el sistema Trappist-1, un esfuerzo monumental que promete profundizar en nuestro entendimiento de estos planetas fascinantes.

Históricamente, Trappist-1 b se consideró un planeta rocoso muy erosionado y sin atmósfera, pero nuevos datos desafían esta percepción. Jeroen Bouwman, astrónomo del Instituto de Astronomía Max Planck, señala que la idea de que el planeta no tiene atmósfera “no concuerda con las mediciones actuales”, sugiriendo que el planeta podría estar cubierto por material relativamente inalterado.

Los resultados más recientes indican que la superficie rocoso de Trappist-1 b tiene, como máximo, una antigüedad de 1,000 años, lo que es sorprendentemente joven en comparación con la edad del propio planeta, estimada en varios miles de millones de años. Esto sugiere que su corteza podría estar experimentando cambios drásticos, posiblemente debido a un vulcanismo extremo o tectónica de placas activos.

Los científicos han formulado modelos que sugieren que una atmósfera rica en dióxido de carbono (CO2) podría presentar una estructura de temperatura en capas, lo que abriría la puerta a la posibilidad de la existencia de una atmósfera densa. Thomas Henning, director emérito del Instituto de Astronomía Max Planck, enfatiza: "Este hallazgo cambia drásticamente nuestra comprensión de las condiciones en Trappist-1 b."

El telescopio James Webb ha demostrado ser una herramienta crucial para caracterizar exoplanetas con un nivel de detalle sorprendente, y su efectividad se verá complementada con futuros satélites como PLATO, en el que España ha invertido recursos significativos, apuntando hacia una nueva era de exploración espacial.

Sin embargo, los investigadores advierten que detectar y caracterizar las atmósferas de los planetas rocosos sigue siendo un gran desafío, incluso para dispositivos tan avanzados como el James Webb, ya que sus atmósferas tienden a ser muy delgadas en comparación con las de los planetas gaseosos.

Las dos observaciones realizadas sobre Trappist-1 b duraron casi 48 horas, un tiempo que resultó insuficiente para confirmar sin lugar a dudas la existencia de una atmósfera.

Para obtener pruebas más definitivas sobre Trappist-1 b, el equipo de investigadores planea usar un enfoque innovador: registrar la órbita completa del planeta alrededor de su estrella. Este método permitirá observar cómo se distribuye el calor en el planeta y, a partir de esa información, inferir la presencia de una atmósfera.

¿Podría Trappist-1 b ser el hogar de formas de vida desconocidas? La próxima investigación podría llevarnos un paso más cerca de responder esta pregunta crucial en la búsqueda de vida más allá de nuestro sistema solar.