El nuevo presidente del Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires, Dr. Fabián Romano, ha dado inicio a su mandato con una inspiradora carta dirigida a sus colegas, en la que plantea un futuro prometedor para la asociación durante el período 2025-2029.

En su misiva titulada "Un nuevo capítulo al servicio de la fe y de la medicina", Romano enfatiza que la organización debe ser un faro de esperanza y verdad en la práctica médica, y no centrarse únicamente en sus propios intereses. "Es fundamental que como profesionales comprometidos, no solo trabajemos por el bien de nuestros pacientes, sino que también ilumine a toda persona de buena voluntad que busca en el ejercicio de la medicina la verdad," afirma enérgicamente.

El Dr. Romano destaca su gratitud por la confianza depositada en él y en su equipo directivo, compuesto por personas con un compromiso genuino hacia la excelencia profesional y los valores cristianos. La Dra. Elena Passo asume el cargo de vicepresidenta, sumando su experiencia al liderazgo del consorcio.

Esta histórica organización, establecida en 1929, ha jugado un papel esencial en el apoyo a los profesionales de la salud y en su misión social a lo largo de los años. Romano resalta que tanto los fundadores como los miembros actuales han trabajado incansablemente para servir con dedicación y principios éticos, alineados con el Magisterio de la Iglesia.

"La nueva etapa que comenzamos no solo representa una continuación del legado de aquellos que nos precedieron, sino también una oportunidad de renovar nuestra misión ante los desafíos contemporáneos," subraya Romano. En un mundo repleto de dilemas éticos en la medicina y crisis de salud, hace un llamado a los médicos católicos a ser portadores de compasión y defensores de la vida en todas sus etapas.

A medida que el consorcio avanza, el Dr. Romano señala la urgencia de integrar la fe con la medicina. "Debemos ser un ejemplo de cómo la espiritualidad puede enriquecer la práctica médica," enfatiza, invitando a la creación de espacios de formación ética y espiritual junto a otras instituciones. Su objetivo es mantener el enfoque centrado en el paciente y sus familias, particularmente aquellos que sufren.

Romano también destaca la importancia de establecer una comunicación efectiva entre colegas para generar redes de apoyo y reflexión. Resalta que, en el contexto de su seriedad profesional, no se debe olvidar la dimensión humana de su labor: reconocer a Cristo en el sufrimiento de los pacientes.

"Pertenecer a esta comunidad implica responsabilidad y una vocación de servicio," concluye con una firme invitación a todos los médicos que comparten esta visión a unirse al consorcio. Reiterando las palabras del Papa Francisco sobre el verdadero apostolado del médico católico, Romano aspira a inspirar y reunir a profesionales con el impulso de contribuir al bienestar de la sociedad.

En un gesto de fé, Dr. Fabián Romano y su equipo tienen la firme esperanza de que Dios los guíe en su labor, y que su trabajo deje una huella indeleble en la sociedad. Con esta iniciativa, se espera que el consorcio refuerce su compromiso con la historia y los objetivos fundamentales que han hecho de esta organización un referente en el ámbito médico y espiritual.