Durante un despacho en vivo del matinal de CHV

Un extraño encapuchado irrumpió en plena fiscalización vehicular en San Ramón, Región Metropolitana, causando asombro entre los presentes y el equipo de periodistas.

"Hace un año que el hijo no es mío. La mamá se ríe de mí cuando hablo de impugnación de maternidad. Ojalá que me ayuden", manifestó el sujeto, desatando una serie de preguntas.

El periodista Tomás Cancino, sorprendido por su apariencia, le preguntó: "¿Por qué estás con esa capucha?" A lo que el hombre respondió que no quería ser reconocido por miedo a hacerse viral en las redes sociales. Pero la situación se tornó aún más complicada cuando el encapuchado, sin que se le preguntara, mencionó a los implicados en su reclamo de paternidad, incluidos los nombres completos.

Cancino intentó detenerlo: "Son temas familiares, hay un menor de por medio y lo vamos a proteger. Al decir nombres de adultos se le puede vincular y no queremos que ningún niño lo pase mal. Cuéntale el caso a nuestro productor fuera de cámara y lo vamos a chequear. Necesitamos ser responsables". Sin embargo, el encapuchado no comprendía la gravedad de la situación.

Julio César Rodríguez, desde el estudio, expresó su frustración: "Que no dé los nombres. ¿Qué es esa cuestión?" El encapuchado continuó insistiendo en que el niño no era suyo, y que había intentado hablar con su ex pareja para realizar una impugnación.

"Hace dos semanas fui a verla en casa de su mamá para decirle que hagamos una impugnación. Esa persona que me está viendo, que sabe quién soy, hagamos una impugnación", insistió el hombre. Esta revelación generó más inquietud en el equipo de CHV.

Interrumpiendo la discusión, Cancino señaló: "A lo mejor el niño ya eligió". Pero el encapuchado respondió que, a pesar de eso, le parecía injusto tener que pagar una pensión si el niño ya no lo reconocía.

Cansado de la tangente que había tomado la conversación y la confusión generada, Cancino decidió alejarse del encapuchado, quien intentó seguirlo durante algunos metros antes de que el periodista pudiera retomar el hilo de su despacho, dejando atrás la extraña intervención.

Este incidente ha dejado a muchos en la audiencia preguntándose: ¿Hasta dónde llegarán las personas para ser escuchadas en medio de una transmisión en vivo?