Una selecta delegación chilena viajó a Caracas para participar en la ceremonia en la que Nicolás Maduro asumió la presidencia de Venezuela por un nuevo período de seis años.

Un evento que sigue rodeado de controversias tras unas elecciones consideradas por muchos organismos internacionales como antidemocráticas.

Entre los asistentes se encontraban Esteban Silva, representante del movimiento Socialismo Allendista, el exlíder de la Confusam Esteban Maturana, y los dirigentes del MIR, Mónica Quilodrán y Patricio Gómez.

¿Por qué es relevante?

La pequeña representación que viajó a Caracas refleja la creciente distancia que los partidos de izquierda chilenos han adoptado respecto a la administración de Maduro.

En declaraciones recientes, el presidente Gabriel Boric afirmó que, como persona de izquierda, considera que “el gobierno de Nicolás Maduro es una dictadura”.

Esta postura contrasta con la del Partido Comunista de Chile, que, a diferencia del presidente, sigue evitando calificar al régimen de Maduro de tal manera y no envió una comitiva a la ceremonia.

Militantes que han mostrado apoyo a Maduro, como el exconvencional Hugo Gutiérrez, justificaron la ausencia del PC señalando problemas de agenda, ya que este viernes se lleva a cabo el Congreso Nacional del partido en Santiago.

Actividades en Caracas

La delegación del movimiento Socialismo Allendista compartió en redes sociales detalles de su estancia en Venezuela, donde participaron en el Encuentro del Grupo de Trabajo del Foro de Sao Paulo, un evento que ocurrió justo antes de la juramentación de Maduro.

Silva y Maturana, con experiencia previa en Caracas, habían estado observando las elecciones presidenciales de julio.

Por su parte, Eduardo Artés, excandidato presidencial del Partido Comunista Acción Proletaria, se quedó en Chile para preparar una nueva campaña rumbo a La Moneda.

En una manifestación de apoyo, publicaron que las fuerzas de izquierda que conforman el Foro de Sao Paulo respetan la soberanía, la autodeterminación y la democracia en Venezuela, en clara oposición a la retórica del gobierno chileno.

Un contexto conflictivo

En este contexto, la relación entre Chile y Venezuela sigue siendo tensa.

Este mes, el gobierno chileno puso fin a la misión del embajador Jaime Gazmuri, quien fue solicitado para salir por Caracas luego de que Chile rechazara los resultados de las elecciones.

El canciller Alberto van Klaveren precisó que “no le corresponde a un tercer país proclamar presidentes resultantes de un proceso electoral”, dando a entender que, aunque las elecciones fueron disputadas, Chile no tomará una postura oficial respecto a la legitimidad de los resultados.

A medida que la situación en Venezuela continúa evolucionando, la respuesta de la comunidad internacional y la postura de los partidos de izquierda en Chile seguirán siendo temas de gran interés y debate.

La gran pregunta es: ¿qué futuro le espera a las relaciones diplomáticas y políticas entre ambos países?

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