Recientemente, el mundo ha sido sacudido por el desgarrador caso de Viviane Lira Monte, una empresaria brasileña que falleció en una clínica de Sao Paulo tras 20 días de agonía. Según informes de medios brasileños, Viviane ingresó con la intención de realizarse solo dos procedimientos estéticos, pero terminó sucumbiendo a la presión del cirujano y se sometió a seis intervenciones en solo ocho horas.

Entre los procedimientos realizados se incluyen una mamoplastia de reducción de senos, un injerto de grasa en los glúteos y liposucción en el abdomen, brazos, espalda y cuello. A pesar de las advertencias sobre los riesgos, parece que la paciente fue persuadida para ampliar su lista de cirugías, lo que ha hecho que muchos se pregunten sobre la ética de tales prácticas.

Poco después de ser dada de alta, Viviane comenzó a experimentar un dolor severo, incapacidad para orinar y mareos incontrolables. Ante esta situación preocupante, contactaron al médico que la operó, el Dr. Alexandre Carvalho Colombaretti, quien recomendó que fuera llevada a urgencias. Allí fue diagnosticada con una embolia pulmonar severa, lo que llevó a su traslado a una Unidad de Cuidados Intensivos.

Durante los siguientes 20 días, el equipo médico decidió realizarle una nueva operación, pero lamentablemente, sufrió dos paros cardíacos y falleció. Este caso ha generado un gran revuelo en Brasil, y ahora la policía de Sao Paulo investiga las circunstancias de su muerte.

La familia de Viviane se ha manifestado en contra del médico, acusándolo de negligencia y de desentenderse del estado de su paciente durante el postoperatorio. "¿Cómo es posible que ningún otro médico realice tantos procedimientos a la vez y este sí?", expresaron los familiares, cuestionando las decisiones de salud que llevaron a la muerte de la empresaria. ¿Estamos ante un grave caso de imprudencia médica que podría cambiar las regulaciones sobre cirugías estéticas en Brasil? Este trágico acontecimiento no solo deja un vacío en la vida de los seres queridos de Viviane, sino que también plantea serias preguntas sobre el cuidado en la cirugía estética.

Algunos expertos han comenzado a abogar por regulaciones más estrictas en la industria de la cirugía estética, sugiriendo que es vital que las clínicas sigan protocolos más rigurosos y que se priorice la salud y seguridad del paciente por encima de cualquier ganancia económica.