En el impactante capítulo del programa "Only Fama", emitido este viernes 13 de diciembre, la valiente Lorena Vargas decidió abrirse y compartir los oscuros detalles del tormento que vivió a manos de su expareja, Sebastián Eyzaguirre.

Recordemos que a mediados de 2024, Eyzaguirre fue condenado a 300 días de prisión por maltrato habitual hacia Vargas, aunque irónicamente, no cumplió con la condena y quedó bajo supervisión de Gendarmería por un año. Esta situación ha dejado a Lorena en constante temor, dado que la justicia no parece estar cumpliendo su rol de proteger a las víctimas.

A Eyzaguirre se le impuso una prohibición absoluta de acercarse a Lorena, disposición que, según sus propias declaraciones, este ha incumplido de manera sistemática. La propia Lorena ha presentado un recurso ante la justicia por esta violación a la medida cautelar, desafiando a un sistema que parece fallar en su promesa de protección.

Durante su reveladora entrevista, Lorena afirmó que desde el primer día que la sentencia contra Eyzaguirre fue ejecutada, él desestimó las restricciones. "Esa misma jornada, él concedió una entrevista, violando así la prohibición de no comunicarse conmigo ni con mi familia. No sólo ignoró la orden de no acercarse, sino que además mintió sobre detalles íntimos de mi vida", expresó con claridad y coraje.

Además, una investigación de "Only Fama" corroboró que Eyzaguirre sí violó las medidas cautelares, ya que se presentó en la nueva casa de Lorena, a la que ella se mudó desde Santiago específicamente para escapar de él. Lorena, sin embargo, se abstuvo de profundizar en esta ola de violaciones legales, dado que la causa aún se encuentra abierta.

Lo más desgarrador fue escuchar el testimonio de Lorena sobre el verdadero calvario que padeció a lo largo de su relación de más de cuatro años: "Llegué a tener hipotermias cada hora, pesando entre 39 y 40 kilos. Era un cadáver caminando. Me manipulaba y amenazaba. Fueron tantas las cosas que pasé que es difícil explicarlo", indicó con lágrimas en los ojos.

A pesar de los momentos románticos que Eyzaguirre podía mostrar en ocasiones, su oscura transformación, cuando la sometía a maltrato, hizo que Lorena cayera en un ciclo del que le costó muchísimo salir. "Nadie me devolverá ese tiempo. Nadie podrá restaurar los cumpleaños y celebraciones que perdí mientras me hacía la fuerte, ignorando el horror que vivía", se lamentó con un evidente dolor en su voz.

Hoy, separada de aquel tormento, Lorena espera justicia por la violación de las ordenes de protección y busca retomar su carrera en los medios de comunicación. Su valentía y su lucha están visibilizando lo que muchas mujeres enfrentan en silencio. Esta historia es un recordatorio del poder de la verdad y de la necesidad urgente de cambios en el sistema judicial para proteger a las víctimas de abuso.