El domingo por la noche, militantes de la Democracia Cristiana (DC) se vieron sorprendidos al ver cómo el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle reaparecía en la encuesta Cadem, tras varios meses de ausencia. Con un posicionamiento que lo ubica como el tercer político mejor evaluado del país, detrás de los alcaldes Evelyn Matthei y Rodolfo Carter, su figura ha suscitado opiniones encontradas dentro de la colectividad. Mientras algunos celebran su retorno como una oportunidad para revitalizar al partido, otros están preocupados por sus actitudes recientes.

En particular, el consejo nacional de la DC, especialmente los sectores más críticos, debatió unas horas antes sobre el gesto de Frei al respaldar a Maximiliano Luksic, candidato de la derecha a la alcaldía de Huechuraba. Hernán Díaz, consejero nacional, expresó su malestar en el chat del consejo: “Mientras enfrentamos una campaña nacional con dificultades financieras y administrativas, nos encontramos con una actitud política del expresidente que no se condice con los honores que la DC le ha otorgado. Es inaceptable su apoyo a candidatos que representan intereses políticos contrarios a nuestra causa.”

Este desencuentro se profundiza si se considera que el pasado mes de septiembre, Frei participó en un evento de campaña de Jaime Bertín en Osorno, perjudicando la reelección del actual alcalde DC, Emeterio Carrillo. Ante esta situación, algunos militantes han solicitado al tribunal supremo del partido que tome cartas en el asunto. “Es una traición apoyar a alguien ajeno a nuestros ideales”, añadió Díaz, refiriéndose a Luksic.

Por otro lado, la consejera nacional Jaqueline Saintard reconoció la magnitud de la situación: “No podemos ignorar que hay una crisis política. Es crucial que resolvamos cómo proceder.” A medida que se acercan las elecciones de gobernadores y alcaldes, el equipo de campaña del partido ha comenzado a implementar un plan para gestionar posibles conflictos, dado que una controversia interna podría tener repercusiones negativas en los próximos comicios.

La inquietud aumentó tras la publicación de la encuesta Cadem, donde algunos militantes celebraron los resultados a pesar de la controversia. Díaz insistió que, independientemente de la popularidad en las encuestas, “nadie está por encima del partido”. La presidente regional de Aysén, Paz Foitzich, sugirió que la lealtad de Frei hacia la DC siempre ha estado en duda, mencionando incidentes pasados donde favoreció a candidatos de otros partidos.

Rodrigo Albornoz, presidente de la DC en la Región Metropolitana, defendió a Frei, argumentando que hay que evaluar la importancia del caso en contexto. A pesar de las tensiones internas, en el fondo también hay algunos diputados que ven la situación como una oportunidad: el vicepresidente de la Cámara, Eric Aedo, saludó la alta evaluación de Frei y subrayó que su figura puede guiar la dirección futura del partido. “La revalorización de Frei nos muestra que hay un espacio para un liderazgo moderado y centrado en el desarrollo económico”, concluyó.

La tensión dentro de la DC refleja no solo desacuerdos internos, sino también una lucha por redefinir el rumbo y la relevancia del partido en un contexto político en constante cambio. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el futuro de la colectividad está en juego y las decisiones que tomen hoy podrían marcar un antes y un después en su historia.