La inflación de septiembre resultó ser un respiro para los ciudadanos, colocándose por debajo de las expectativas del mercado, con una ínfima variación mensual de solo 0,1%.

En el acumulado de los últimos doce meses, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó un 3,5% en lo que va del año, y un 4,1% en comparación con la serie empalmada del índice, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Entre los productos que incrementaron su precio, el vestuario y calzado destacaron con un aumento del 3,3%. En contraste, los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentaron una disminución del 0,5%. Es interesante notar que el transporte en bus interurbano subió un sorprendente 16,4% en septiembre, mientras que el precio de la gasolina cayó un 1,7%.

Debido a esta situación, se anticipa que la Unidad de Fomento (UF) verá una moderación en sus incrementos, subiendo a un ritmo más bajo en comparación con meses anteriores.

Para poner esto en perspectiva, el IPC de agosto fue del 0,3% mensual, lo que aportó aproximadamente $113,41 al valor de la UF, mientras que en julio, con un IPC del 0,7%, el aumento fue de $262,98, lo que destaca la drasticidad en la variación de precios.

¿Te preguntas cuánto subirá la UF después del IPC de septiembre?

En la fecha de esta nota, la UF tiene un valor de $37.940,71 según el Banco Central; la inflación de septiembre se traducirá en un incremento progresivo de aproximadamente $37,94.

Por lo tanto, se espera que el valor de la UF llegue a $37.978,65 durante este mes.

Pero, ¿qué es realmente la UF?

La Unidad de Fomento (UF) es un mecanismo que permite la reajustabilidad del peso chileno en función de la inflación: sus ajustes están directamente vinculados al IPC. En términos sencillos, esto implica que su valor se recalcula mensualmente basado en este índice.

Lo que hace que su variación impacte diversas áreas, especialmente los créditos, ya que muchos préstamos, particularmente en el mercado inmobiliario —como arriendos e hipotecarios—, están fijados en UF; esto también afecta planes de salud, fondos de cesantía, seguros y costos de educación.

Este cambio en la tendencia de la UF podría ofrecer un alivio a los deudores y permitir un ajuste más accesible en un contexto de alta inflación, brindando un respiro muy necesario en tiempos económicos inciertos.