El presidente de China, Xi Jinping, ha mostrado un claro interés en colaborar con el próximo presidente de EE.UU., Donald Trump, durante una reciente reunión con su homólogo estadounidense, Joe Biden. Xi expresó su disposición a "trabajar con la nueva administración" para "mantener la comunicación, expandir la cooperación y gestionar diferencias" que podrían surgir en la relación bilateral.

Ambos líderes coincidieron en la importancia de la relación entre China y EE.UU. para la estabilidad global. En el encuentro, Xi declaró que desea trabajar hacia una "transición estable" entre las relaciones de ambos países, en beneficio de sus respectivas poblaciones. Esta reunión, que se realizó en Lima durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), es clave no solo para China y Estados Unidos, sino también para el futuro del orden mundial.

Xi advirtió que si ambos países se ven como rivales, esto podría resultar en una competencia destructiva que afectaría negativamente sus relaciones y, por ende, la estabilidad mundial. “El mundo enfrenta desafíos sin precedentes”, argumentó el líder chino, haciendo hincapié en la necesidad de un diálogo continuo y constructivo.

Por su parte, Biden, que dejará su cargo en enero, reconoció la trayectoria de su relación con Xi, señalando que aunque no siempre han estado de acuerdo, sus conversaciones han sido "sinceras y abiertas". El presidente saliente enfatizó que estas interacciones son cruciales para evitar errores de cálculo y asegurar que la competencia entre ambas naciones no evolucione hacia un conflicto.

Además, Biden destacó la importancia de los avances en la comunicación a nivel militar y la cooperación en la lucha contra el tráfico de narcóticos, así como en el desarrollo de tecnología de inteligencia artificial. Estas áreas son fundamentales no solo para los intereses de ambos países, sino también para abordar retos comunes, como el cambio climático y la seguridad global.

Con la llegada de Trump a la presidencia, muchos observadores se preguntan si realmente se abrirá una nueva era de cooperación entre estas dos potencias, o si las diferencias históricas continuarán marcando su relación. El llamado de Xi a un enfoque colaborativo plantea la esperanza de que puedan encontrar caminos para una coexistencia pacífica y beneficiosa para ambos.