El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha marcado este viernes unas contundentes posturas respecto a la nueva ley que impone un impuesto al sector bancario, justo un día después de que el Congreso aprobara un tributo que grava con hasta un 7% los ingresos de las entidades financieras.

En una conferencia organizada por Mapfre y El Confidencial, Guindos enfatizó que “el impuesto a la banca no debe afectar a la solvencia de las instituciones ni a la concesión de créditos”. Esto es crucial para asegurar también “la transmisión de la política monetaria” a la economía real, advirtió. Estos comentarios llegan en un momento en que muchos se preguntan cómo el nuevo impuesto podría impactar en la dinámica crediticia del país, especialmente en un entorno financiero ya delicado.

El vicepresidente del BCE recordó que este principio se aplica de forma general en la zona euro y subrayó que su opinión es “siempre la misma”. Guindos mencionó el caso de Italia, donde se ajustó el gravamen para eximir a los bancos de pagarlo, elevando a cambio las provisiones. Esta práctica ha obtenido la aprobación del BCE, lo que podría abrir la puerta a una revisión similar en España.

Por su parte, el gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, mostró preocupaciones en el Congreso sobre los efectos que el impuesto podría tener en la financiación a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y su carácter progresivo que, según él, podría perjudicar más a las entidades más grandes.

“Mi impresión es que ha sido una negociación compleja”, comentó Guindos, refiriéndose al impuesto español. Ante esto, los bancos, a través de sus asociaciones AEB y CECA, han manifestado su intención de llevar el asunto a los tribunales, lo que podría desatar una batalla legal que mantendría en tensión al sector.

En otro tema candente, sobre la opa del BBVA por el Sabadell, Guindos aseguró que la “opinión” del BCE se limita a evaluar la solvencia del banco que resulte de la fusión, la cual no está en duda. “Espero que el análisis de Competencia sea riguroso y libre de interferencias, y estoy convencido de que así será”, concluyó, dejando en el aire si esta operación de fusión podrá avanzar sin obstáculos regulatorios.

Los próximos días serán cruciales para el sector financiero en España, ya que el impacto de este nuevo impuesto y las posibles reacciones de los bancos podrían definir el futuro de la financiación en el país.