Introducción

En un sorprendente giro de los acontecimientos, Kiev ha acusado a Moscú de haber disparado por primera vez un misil balístico intercontinental dirigido a su territorio. Este jueves, las Fuerzas Aéreas de Ucrania informaron que entre las cinco y siete de la mañana, Rusia lanzó el cohete desde la región de Astracán, situada al sureste de Volgogrado y adyacente al mar Caspio. Aunque no se ha confirmado el tipo específico de misil, algunos medios ucranianos habían anticipado un lanzamiento inminente del RS-26 Rubezh, parte de la nueva generación de misiles balísticos rusos. Este despliegue de poder militar ocurre solo dos días después de que Ucrania utilizara por primera vez los misiles estadounidenses ATACMS en territorio ruso.

Ofensiva rusa y ataques en Ucrania

La ofensiva de las fuerzas rusas no se detuvo allí. También se reportó el lanzamiento de un misil hipersónico Kinzhal desde un caza en la región de Tambov, así como siete misiles de crucero Kh-101 lanzados por bombarderos estratégicos Tupolev. Según el ejército ucraniano, seis de los misiles Kh-101 fueron interceptados durante el ataque, y el impacto de los restantes no resultó en consecuencias significativas. Las fuerzas rusas parecían dirigir su ofensiva hacia "empresas e infraestructuras críticas en la ciudad de Dnipró, en el centro-este del país".

Daños y respuesta ucraniana

Las autoridades locales aún están verificando si hubo víctimas durante el ataque, pero hasta ahora solo se reportaron daños en una empresa industrial de Dnipró y dos incendios en la ciudad, según informó Serhii Lysak, jefe de la Administración Estatal Regional de Dnipropetrovsk, a través de Telegram.

Cortes de energía y medidas de seguridad

Este ataque ha llevado al gobierno ucraniano a implementar cortes de energía en varias regiones, incluyendo Kiev, Dnipró, Odesa, Sumy, Zhytomyr y Donetsk, como medida para equilibrar el suministro eléctrico, según ha divulgado el diario Kyiv Post. Los misiles lanzados por los bombarderos rusos ingresaron al espacio aéreo ucraniano desde el norte antes de desviarse hacia el sureste del país.

Especulaciones sobre nuevos misiles

Antes de este ataque, había especulaciones en los medios ucranianos sobre la posibilidad de que Moscú llevara a cabo pruebas con el misil intercontinental RS-26 Rubezh, que es un componente vital de la nueva triada nuclear rusa. Estos misiles, que incluye también a los Kinzhal, tienen capacidad para cargar armamento tanto nuclear como convencional y han sido probados de manera consistente en el contexto del conflicto en Ucrania. El RS-26 Rubezh tiene un alcance impresionante de hasta 6,000 kilómetros y puede transportar una ojiva de 1.2 toneladas.

Reacciones internacionales

En respuesta a la creciente tensión, Estados Unidos y varios países europeos, inclusive España, anunciaron el cierre de sus embajadas en Ucrania, ante la expectativa de represalias por parte de Rusia tras el uso de misiles occidentales contra sus fuerzas. Las tropas ucranianas, respaldadas por la autorización de la Casa Blanca, lanzaron misiles ATACMS contra un arsenal en Briansk y, un día después, atacaron objetivos militares rusos en la provincia de Kursk con misiles Storm Shadow.

Cambio en la política de misiles

Si bien Ucrania había recibido esos misiles hace tiempo, la Administración de Joe Biden había sido renuente a permitir su uso en el interior de Rusia. Sin embargo, este enfoque cambió esta semana, una decisión que puede estar vinculada a la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que ha llevado a la Casa Blanca a permitir que Kiev utilice estas armas hasta su investidura en enero.

Silencio de Putin y nueva doctrina nuclear

Por otro lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha permanecido en silencio. No obstante, su mensaje ha sido claro a través de sus acciones: el mandatario firmó recientemente un decreto que establece la nueva doctrina nuclear de Rusia, la cual prevé el uso de la disuasión nuclear no solo para salvaguardar al Estado en su totalidad, sino también en defensa de su soberanía territorial. Además, la doctrina establece que Moscú considerará agresora a cualquier potencia nuclear que suministre armamento, ya sea convencional o no, a un país 'agresor', que carezca de armas de destrucción masiva.

Conclusión

La comunidad internacional observa con preocupación este escalofriante aumento de la tensión entre Rusia y Ucrania, con implicaciones que podrían rebasar sus fronteras. ¡Permanezca atento a más novedades sobre esta crisis que sigue intensificándose!