El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa que se pensaba erradicada en muchos países, ha regresado para alarmar al mundo. La Organización Mundial de la Salud lo ha catalogado como una «importante amenaza global», y la Red de Vigilancia Epidemiológica de Castilla y León ha activado todos los protocolos de emergencia en la región, especialmente en la provincia leonesa, para actuar rápidamente ante cualquier posible caso.

En León, hasta ahora no se han registrado brotes de sarampión desde 2012, lo que podría brindarle un respiro a los residentes. Sin embargo, el panorama es preocupante a nivel nacional, ya que en España se han notificado 110 contagios este año, con nueve brotes activos que están azotando principalmente al País Vasco (44 casos), seguido de Andalucía y Cataluña (17 casos cada una). Otras comunidades como Ceuta, Melilla, Aragón, Madrid, Navarra, Murcia, la Comunidad Valenciana y las Baleares también han presentado casos, aunque en menor número.

La situación es crítica, en gran parte debido al aumento de viajes internacionales. De hecho, el 85% de los casos importados en España están vinculados a un brote en Marruecos, que desde 2023 ha reportado más de 24.000 infecciones y más de 100 fallecimientos. Rumanía y Kazajistán también han sido puntos calientes, con más de 30.000 y 28.000 casos respectivamente en 2024. Esta nueva ola de sarampión es un recordatorio escalofriante de la importancia de la vacunación y la vigilancia epidemiológica.

La web de Sacyl ofrece un archivo con la evaluación de riesgo y las implicaciones del aumento de casos a nivel global y europeo. Que es crucial para la salud pública, ya que el sarampión está clasificado como una enfermedad de Declaración Obligatoria en Castilla y León. Es vital que, ante cualquier sospecha de sarampión o rubéola, se notifique urgentemente a los servicios de salud correspondientes. Esto es esencial para implementar medidas de control de manera inmediata y evitar la propagación de esta enfermedad.

Los profesionales de la salud deben estar en alerta ante la aparición de síntomas, especialmente en niños menores de 12 meses y adultos jóvenes no vacunados que puedan haber estado expuestos. Cualquier caso sospechoso debe ser investigado y diagnosticado en un lapso de 48 horas, lo cual incluye la toma de varias muestras para análisis en laboratorio.

El año pasado, Castilla y León registró dos casos de sarampión en Valladolid, lo cual sirve como un recordatorio de que la enfermedad aún puede regresar si no se toman las precauciones adecuadas. Ningún caso se registró entre 2019 y 2022, pero en años anteriores sí hubo precedentes: cuatro casos en 2018 y seis en 2017, todos en Valladolid, además de otros registrados en Salamanca, Ávila y Burgos. Este resurgimiento global debería impulsar a todos a verificar sus vacunas, especialmente a aquellos que planean viajar.

Mantente informado y cuida de tu salud y la de los demás. ¡La prevención es la clave!