Ciencia

Bárbara Gogñola, psicóloga: 'Hay personas que hacen mucho deporte y comen sano, pero no son más saludables'

2024-10-10

Autor: Carmen

Octubre es el mes que simboliza el retorno a la rutina después del verano. A menudo se menciona que septiembre es el momento de regresar a las obligaciones, pero no es hasta que despachamos oficialmente el calor que sentimos la pronta necesidad de ajustarnos a nuestras tareas diarias. El cambio de clima nos recuerda que el tiempo de relajación ha terminado y es hora de enfrentar los retos laborales y educativos.

La transición de vuelta a la rutina, especialmente tras un periodo largo de descanso, puede ser abrumadora, y para muchos, esta vuelta puede desencadenar un sentimiento de desánimo. Existen personas que encuentran dificultades para retomar su vida diaria con la energía previa a las vacaciones. Para evitar que esto evolucione en un problema de salud mental significativo, la psicóloga Bárbara Gogñola, quien dirige un innovador centro en Asturias centrado en la realidad virtual aplicada a la gestión emocional, comparte claves para combatir lo que comúnmente se denomina depresión posvacacional.

Gogñola destaca la importancia de la autoconciencia: 'Escucharnos a nosotros mismos es crucial. Necesitamos saber qué requerimos en cada momento y aprender a gestionar nuestras emociones'. Al hablar sobre la vuelta al trabajo y la gran cantidad de personas que experimentan ansiedad al regresar, plantea la pregunta: ¿existe realmente un diagnóstico de depresión posvacacional?

La experta afirma que muchos describen síntomas tanto físicos como mentales sin consultar a profesionales, y recalca la importancia de acudir a especialistas cualificados, como psicólogos clínicos con la debida acreditación. Si bien el término 'depresión posvacacional' está en boca de muchos, ella aclara que, en sentido estricto, no hay un diagnóstico oficial. Lo que realmente existe es el síndrome posvacacional, considerado un conjunto de síntomas que aparece tras el final de las vacaciones, como ansiedad y alteraciones fisiológicas.

Cuando se compara la depresión con el síndrome posvacacional, la experiencia es muy diferente. La depresión se encuentra tipificada en manuales de enfermedades mentales como el DSM-5, con secuelas serias en la vida social y familiar de quienes la padecen. Por otro lado, el síndrome posvacacional normalmente es temporal y sus síntomas tienden a desaparecer al poco tiempo de retomar las actividades diarias.

Sin embargo, si los síntomas se prolongan, pueden transformarse en problemas más serios como el síndrome de burnout o el acoso laboral. Las personas más susceptibles son aquellas con menos habilidades de gestión emocional. Gogñola sugiere que la preparación para volver a la rutina debe ser individualizada, subrayando que conocer nuestros propios estados emocionales es vital.

En cuanto a signos de alarma, la psicóloga menciona ciertos indicadores: dolores de cabeza recurrentes, malestar estomacal, insomnio, tensiones en las relaciones interpersonales, y una sensación general de insatisfacción en el trabajo.

Asimismo, toca un tema menos conocido, la ergofobia, un trastorno de ansiedad relacionado con el trabajo. Las personas que sufren de ergofobia experimentan un miedo intenso que les impide desempeñarse adecuadamente en su entorno laboral. Para quienes padecen este tipo de ansiedad, los primeros pasos deben ser abordar sus temores con un psicólogo para evitar que los síntomas agraven la situación.

Finalmente, en el ámbito del bienestar personal, Gogñola resalta que no basta con llevar un estilo de vida saludable que incluya dietas y ejercicio; es fundamental conocernos a nosotros mismos y establecer un equilibrio emocional. 'Hay muchas personas que, a pesar de hacer ejercicio y comer de manera correcta, no logran mantener su salud mental', concluye. En este sentido, invita a todos a priorizar su bienestar emocional como parte esencial de una vida saludable.