Salud

¡Carolina, la Rata Gigante Heroína, Se Jubila Tras Salvar Vidas y Cambiar el Futuro de la Salud!

2025-03-17

Autor: Marta

Hasta hace poco, Carolina, una increíble rata gigante africana, trabajaba de lunes a viernes, con fines de semana libres. Su dedicación ha sido tan impresionante que el pasado noviembre, al jubilarse, sus colegas formaron una larga fila para rendirle homenaje. Le celebraron con aplausos y una tarta especial en reconocimiento a su valiosa contribución.

En sus siete años de carrera, Carolina ha detectado más de 3000 casos de tuberculosis que habían pasado desapercibidos en centros de salud, probablemente evitando la infección a más de 30,000 personas. Lo sorprendente es que, a pesar de su apariencia, Carolina no es una empleada cualquiera; es una rata con habilidades excepcionales, capaz de analizar 100 muestras de esputo en solo 20 minutos, lo que supera de lejos la capacidad de un ser humano, quien tarda cuatro días en procesar la misma cantidad de información con métodos tradicionales.

Carolina es parte de un programa innovador de la organización sin fines de lucro APOPO, que ha estado combatiendo la epidemia de tuberculosis en Tanzania y Etiopía. El médico Tefera Agizew, jefe de tuberculosis en APOPO, explica: "La primera impresión de todo el mundo es que las ratas son nuestros enemigos, pero una vez que ven lo que pueden hacer, se enamoran de ellas". Estas ratas gigantes no son las típicas plagas urbanas, son dóciles, fácilmente entrenables y poseen un sentido del olfato extraordinario, capaz de detectar media gota de cloro en un área del tamaño de 20 piscinas olímpicas.

A pesar de la mala reputación de las ratas, gracias a su trabajo se han incrementado las tasas de detección de tuberculosis en un 40% en clínicas locales. De hecho, por cada infección detectada por una rata, se estima que se evitan de 10 a 15 nuevas infecciones. En total, se prevé que el programa haya evitado casi 400,000 nuevos casos el año pasado en Tanzania y Etiopía. El impacto de este programa es monumental, no solo salvando vidas, sino también cambiando la percepción sobre estos animales.

El proyecto HeroRATS, como se le conoce, comenzó en los años noventa con la detección de minas terrestres. Las ratas son capaces de olfatear TNT a solo 20 centímetros de profundidad, haciéndolas ideales para esta tarea. Sin embargo, la tuberculosis se ha convertido en una crisis que afecta a millones, con más de 50,000 muertes solo en Tanzania y Etiopía en 2023.

La alta prevalencia del VIH y otros factores como la desnutrición contribuyen a la gravedad de la situación, ya que debilitando el sistema inmunitario hace cada vez más difícil combatir enfermedades como la tuberculosis. Muchos aún creen que esta enfermedad es cosa del pasado, pero sigue siendo la principal causa de muerte por un único patógeno infeccioso en todo el mundo.

APOPO realiza una labor crucial al enviar personal a clínicas locales a recoger muestras de esputo, las cuales son analizadas por las ratas. Si detectan tuberculosis en una muestra inicialmente negativa, se confirma mediante un procedimiento más sensible. Este enfoque ha demostrado ser altamente efectivo, con casos donde las ratas han detectado infecciones que los laboratorios habían pasado por alto.

Todos los días, estas ratas gozan de un entrenamiento riguroso y reciben recompensas por su trabajo. "Son increíblemente inteligentes", señala Cindy Fast, neurocientífica que se encarga de entrenarlas. Al final de su entrenamiento, cada rata debe superar un desafío y puede trabajar hasta diez minutos al día, olfateando hasta 100 muestras.

Desde noviembre, Carolina disfruta de su merecida jubilación junto a su amigo Gilbert, otra rata jubilada. Las ratas jubiladas tienen un hábitat especial donde viven y se les hacen juguetes nuevos semanalmente para mantenerlas activas. Cada jubilación se celebra con fiestas especiales, donde se preparan deliciosos pasteles enriquecidos con ingredientes que les gustan a las ratas.

La historia de Carolina es testimonio no solo de cómo un animal puede contribuir significativamente a la salud humana, sino también de que el trabajo puede venir de los lugares más inesperados. La percepción de las ratas está cambiando, convirtiéndose en heroínas que salvan vidas y abriendo un camino hacia un futuro más saludable en la lucha contra la tuberculosis.