Al menos 24 personas han perdido la vida y una más continúa desaparecida debido a los devastadores incendios forestales que han arrasado el sureste de Corea del Sur desde el pasado viernes. Entre los fallecidos se encuentra un piloto de helicóptero que se estrelló mientras realizaba tareas de extinción. Las llamas, avivadas por fuertes vientos y un clima extremadamente seco, se han propagado a una velocidad alarmante, obligando a casi 27,000 personas a evacuar sus hogares.

El presidente en funciones, Han Duck-soo, quien fue reinstalado en su puesto esta semana, ha solicitado urgentemente que se realicen todos los esfuerzos necesarios para controlar lo que ha calificado como “los peores incendios forestales de la historia” en el país. Según informes de la agencia Yonhap, hasta el momento se han devastado 17,000 hectáreas de bosques y se han destruido 209 viviendas y fábricas, lo cual afectará significativamente la economía local y los ecosistemas.

Los incendios comenzaron el viernes en el condado de Sancheong, en la provincia de Gyeongsang del Sur, a unos 260 kilómetros al sureste de Seúl, y se están extendiendo rápidamente hacia áreas como Uiseong, Andong, Cheongsong, Yeongyang y Yeongdeok. Las autoridades han confirmado que se han encontrado cuerpos en diversas localizaciones: dos en Andong, tres en Cheongsong, seis en Yeongyang y siete en Yeongdeok, siendo muchos de los fallecidos personas de entre 60 y 70 años, según declaraciones de Son Chang-ho, funcionario de la policía local, reportadas por Reuters.

Entre las trágicas víctimas, se encontraban un hombre de 73 años que pilotaba un helicóptero que colaboraba en la lucha contra el fuego en el condado de Uiseong. Este helicóptero, un modelo de 1995 capaz de transportar 1,200 litros de agua, se estrelló contra una montaña, aproximadamente a 180 kilómetros al sureste de Seúl. En respuesta a este accidente, el Servicio Forestal de Corea ha decidido retirar todos los helicópteros de extinción de incendios de las operaciones mientras se lleva a cabo la investigación correspondiente.

Para combatir las llamas, miles de bomberos, junto con cerca de 6,000 soldados y un gran número de helicópteros y vehículos, están actualmente en el terreno. Además, centenares de prisioneros de un centro en Gyeongsang del Norte han sido trasladados a otro lugar para garantizar su seguridad. Tristemente, el fuego también ha destruido el histórico templo de Goun en Uiseong, que data del año 681 durante la dinastía Silla, aunque las reliquias y otros tesoros culturales han sido rescatados a lugares seguros.

¡El horror continúa! Los expertos advierten que la situación podría empeorar en los próximos días si no se controlan los incendios. Las autoridades y la población se enfrentan a una lucha titánica contra la naturaleza, y el impacto de esta tragedia se sentirá por generaciones. ¡Mantente atento a más actualizaciones sobre esta devastadora crisis!