La borrasca Kirk ha desatado una tempestad sin precedentes en Galicia, provocando vientos que han superado los 180 km/h y dejando a 23,000 gallegos sin electricidad. La situación es alarmante y ha generado casi 600 incidencias reportadas hasta el momento, desatando una ola de críticas hacia las autoridades.

El conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades y FP de Galicia, Román Rodríguez, ha defendido la gestión de las alertas educativas, indicando que el cierre de colegios se realiza bajo procedimientos establecidos. Sin embargo, varios alcaldes y el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, han cuestionado la decisión de no cancelar las clases, considerando la situación extremadamente peligrosa.

Rodríguez explicó que, aunque se activó una alerta naranja, la pausa de actividades educativas queda a criterio de los directores de cada centro. Esto ha generado una serie de excepciones, como en el IES de Porto do Son, donde una pared colapsó, y en el Conservatorio de Música de Santiago, donde una parte del techo fue levantada por el viento.

Por otro lado, la asociación 'Amigas das árbores' ha expresado su temor a que el impacto del temporal se utilice como excusa para realizar talas masivas de árboles en el área urbana. Critican el daño prolongado que sufre el arbolado de la ciudad debido a la falta de mantenimiento y la inadecuada gestión municipal.

Vigo se lleva la peor parte de esta tormenta, con un total de 304 incidencias solo en esta ciudad. A Estrada, Pontevedra y Nigrán también reportan un número elevado de problemas, que abarcan desde la caída de elementos de alumbrado navideño hasta numerosas inundaciones debido al desbordamiento de ríos.

La central de emergencias ha gestionado 565 incidentes relacionados con la borrasca Kirk hasta la mañana del miércoles. Los motivos más comunes incluyen carreteras bloqueadas por árboles caídos y desprendimientos, lo que representa un desafío monumental para los equipos de emergencia.

Además, la Axencia Galega de Emerxencias está en alerta, movilizando recursos para hacer frente a la situación. Se prevén más lluvias y vientos fuertes en las próximas horas, lo que complica aún más los esfuerzos de recuperación. ¡Galicia enfrenta un desafío heroico frente a la naturaleza desatada!