La indignación no cesa en Barcelona después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dictara una sentencia absolutoria, el 28 de marzo, en favor del ex futbolista del FC Barcelona, Dani Alves, quien estaba acusado de agresión sexual. Este lunes, alrededor de 200 manifestantes se congregaron en la plaza de Sant Jaume, en respuesta a la convocatoria de varias organizaciones feministas, para mostrar su apoyo a la joven que denunció a Alves por violación en un baño de una discoteca.

Los grupos feministas han pedido no solo la revocación de esta polémica sentencia, sino también un cambio estructural en un sistema que, según ellos, perpetúa el machismo, el patriarcado y el racismo. Con banderas moradas, pancartas y cánticos, las manifestantes se hicieron oír frente al Palau de la Generalitat, advirtiendo que el caso de Dani Alves sienta un “precedente peligroso” que amenaza con perpetuar la cultura de la violación.

Dolo Pulido, portavoz de la entidad feminista que organizó la manifestación, ha calificado la absolución de Alves como un “grave precedente” que fortalece la impunidad de los agresores y desprotege a las mujeres. “Hemos retrocedido años en la lucha por los derechos de las mujeres, es como si volviéramos a 2018”, comentó una de las asistentes, miembro de la Asociación de Mujeres Migrantes de Barcelona, durante la lectura de un manifiesto cargado de firmeza y urgencia.

Este caso ha reabierto un intenso debate sobre la credibilidad de las víctimas de agresiones sexuales y la necesidad de revisar las estructuras legales que parecen favorecer a los acusados. Además, diversas figuras públicas y celebridades han expresado su apoyo a la causa, generando un ecosistema de solidaridad en redes sociales. Las manifestantes anunciaron que continuarán sus esfuerzos hasta que se logre justicia, convirtiendo este tema en un símbolo de resistencia contra la violencia hacia la mujer.