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Conflicto en Oriente Próximo: Israel no atacará el programa nuclear ni la infraestructura petrolera de Irán

2024-10-14

Autor: Antonio

Israel ha decidido abstenerse de llevar a cabo ataques contra el programa nuclear y las instalaciones petroleras de Irán, así lo ha manifestado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a su socio principal, Estados Unidos. Esta estrategia será parte de la represalia por el reciente ataque con misiles de Irán, que se centrará en objetivos militares específicos y no afectará a las infraestructuras críticas del régimen iraní, según informan fuentes de Reuters y The Washington Post.

La reunión de Netanyahu con su círculo más cercano tuvo lugar el lunes y abordó esta delicada situación en un momento álgido de la guerra. Entre las distintas opciones que han considerado, se argumentó que un ataque directo al programa nuclear iraní podría ser complicado y no contaría con el respaldo de Washington. Por otro lado, los ataques a las instalaciones petroleras causarían un impacto adverso en el mercado del petróleo, perjudicando a los consumidores más que al propio régimen iraní.

Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza sigue empeorando. La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha iniciado una campaña de vacunación contra la poliomielitis para niños menores de 10 años, con el objetivo de vacunar a aproximadamente 590,000 menores en los próximos días. Sin embargo, los constantes ataques aéreos de Israel han puesto en grave riesgo estas iniciativas de salud pública, después de que un bombardeo reciente resultara en múltiples muertes en un hospital de Gaza.

En una respuesta internacional al conflicto, el Reino Unido ha impuesto nuevas sanciones contra Irán, enfocándose en miembros y organizaciones militares involucradas en el ataque con misiles contra Israel del 1 de octubre. Estas sanciones incluyen la congelación de activos y diversas restricciones que buscan señalar la responsabilidad de Teherán en la escalada de tensiones.

La tensión también se ha intensificado en el norte de Líbano, donde un ataque israelí reciente ha dejado al menos 21 muertos en una comunidad mayoritariamente cristiana. Este es un cambio en el enfoque de Israel, que antes centraba sus bombardeos en áreas con una fuerte presencia chiíta. La ONU y organismos humanitarios han expresado su preocupación por el incremento de la violencia y la necesidad de un alto el fuego duradero.

La comunidad internacional ha estado presionando a Israel para que detenga los ataques a las fuerzas de mantenimiento de paz, y varios líderes de la Unión Europea han expresado su condena ante las operaciones militares israelíes, calificándolas de inaceptables. Josep Borrell, el alto representante de la UE, ha enfatizado que la situación ha cruzado "otra línea roja" y que el apoyo a la misión de la ONU en Líbano es esencial.

Finalmente, el conflicto que estalla en Gaza y Líbano tiene repercusiones más amplias, con temores de que se convierta en una guerra regional mayor que implique a potencias como Estados Unidos e Irán, intensificando así el sufrimiento humanitario en ambas regiones.