La selección española se enfrenta a la crucial eliminatoria contra Países Bajos sin contar con un director deportivo, lo que ha suscitado numerosas críticas y preocupaciones entre los aficionados. A pesar de que la llegada de Rafael Alkorta parecía cercana, el acuerdo se ha visto obstaculizado por diferencias económicas y otros factores que complican su incorporación. Aunque no es un hecho definitivo, el optimismo que antes rodeaba la negociación ha disminuido notablemente.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha tomado la decisión de reducir su presupuesto y ajustar los contratos existentes, lo que se traduce en menores expectativas respecto al nuevo director deportivo. Las cifras de salarios y contratos previos se consideraban desproporcionadas y alejadas de la realidad actual del mercado deportivo.

Luis de la Fuente, el actual seleccionador, ha comentado sobre la situación, insinuando que la federación se siente cómoda con la falta de una figura como el director deportivo por ahora. "Los tiempos los maneja la RFEF. Cuando se incorpore alguien, será bienvenido, y va a hacer lo que haría cualquier director deportivo. Todo aquel que venga será para sumar, al final", declaró con un tono de calma que no convence del todo a los críticos.

En medio de esta incertidumbre, Miguel Ángel Nadal ha sido designado como responsable de la selección absoluta dentro de la nueva Junta directiva encabezada por Rafael Louzán. Aunque Nadal, quien fue internacional en 62 ocasiones, tendrá un papel operativo, no estará presente en los partidos ni en el banquillo, lo que ha generado dudas sobre su función real. Este cambio señala un enfoque más administrativo que deportivo para la selección, lo que ha despertado recelos entre los seguidores.

La RFEF también ha reconocido que el despido de José Luque, anterior director deportivo, fue improcedente. Este despido se produjo durante la investigación por el polémico caso del beso entre Luis Rubiales y Jenni Hermoso, aunque Luque fue finalmente absuelto. Desde su salida en mayo de 2024, el puesto permanece sin ocupante, lo que agrava la sensación de vacío en el equipo directivo.

Además, la figura del delegado federativo ha desaparecido de las concentraciones y partidos, aunque Nuria Martínez seguirá actuando como team manager. Tradicionalmente, estos delegados desempeñaban un papel crucial al acompañar a la selección y asegurarse de que todo funcionara sin problemas, pero su ausencia plantea interrogantes sobre la gestión y el apoyo que recibirán los jugadores.

En definitiva, la falta de un director deportivo y la restructuración de la Federación están generando inquietudes sobre el futuro de la selección española. Los aficionados esperan que estas decisiones no afecten el rendimiento del equipo en la eliminatoria crucial que se avecina.