En las últimas semanas, la desinformación ha cobrado protagonismo en el contexto de la DANA que afectó a Valencia, mostrando una vez más cómo las fake news pueden propagarse rápidamente, en especial a través de plataformas digitales. Mario Yáñez, consultor tecnológico de Firmen como Kyndryl, se ha pronunciado sobre este fenómeno que no solo se limita a EEUU, donde en las últimas elecciones se presenció un bombardeo de noticias falsas, sino que también ha encontrado un terreno fértil en España.

La situación en Valencia fue alarmante, con imágenes e informaciones erróneas sobre los efectos de la DANA circulando como pólvora. Se reportaron noticias sobre la supuesta rotura de la presa de la Forata y hasta rumores exagerados sobre cuerpos encontrados en áreas inundadas, todo ello acompañado de videos antiguos desprestigiados que fueron utilizados fuera de contexto. Esto plantea una gran preocupación: ¿cuántas de estas informaciones son verificables?

Uno de los aspectos más preocupantes es el papel que todos jugamos en la difusión de estos bulos. "Cada uno de nosotros, al compartir información sin verificarla, se convierte en un eslabón de esta cadena de desinformación", advierte Yáñez. Sin embargo, ¿qué herramientas se utilizan para crear y propagar estos mensajes engañosos? La respuesta puede resultar alarmante: la inteligencia artificial generativa. Esta tecnología ha permitido la creación de imágenes y videos extremadamente realistas a partir de simples descripciones, conocidas como 'prompts', así como la replicación de voces con pocos segundos de audio real. Estos se conocen como DeepFakes avanzados.

Pero, ¿quiénes son los verdaderos responsables detrás de estas campañas de desinformación? Yáñez señala que no solo se trata de cibercriminales, sino que, en muchos casos, provienen de gobiernos hostiles. Este fenómeno es alarmantemente internacional, con orígenes en países como China, Irán o Rusia. Recientemente, OpenAI desmanteló una operación iraní que utilizaba ChatGPT para generar comentarios falsos en las redes sociales.

Los delincuentes informáticos están constantemente buscando nuevas herramientas para facilitar la creación de fake news. Existen 'hermanos malos' de aplicaciones conocidas que no cuentan con medidas de seguridad, como WormGPT, que puede describir al detalle cómo crear un virus informático. La facilidad y el bajo costo para generar deepfakes han hecho que su uso se extienda, lo que plantea un serio riesgo para la veracidad informativa.

Por fortuna, los esfuerzos por contrarrestar esta amenaza están en marcha. Se están desarrollando herramientas basadas en inteligencia artificial que permiten detectar contenido falso. Algunos sistemas ya son capaces de identificar textos plagiados o generados por IA. Aunque la detección de DeepFakes es un desafío mayor, la tecnología avanza rápidamente. En un futuro no muy lejano, podríamos contar con asistentes virtuales, como Siri, que nos ayuden a filtrar la información que consumimos, asegurando así una mayor integridad informativa en nuestra sociedad.

La guerra contra la desinformación apenas comienza, y es crucial que estemos alertas y preparados para combatir estos engaños que amenazan nuestra percepción de la realidad.