La escena política estadounidense ha estado marcada por temas candentes como la inmigración, el aborto y la inflación, pero en la reciente campaña electoral, un fenómeno inesperado ha captado la atención: las criptomonedas. Donald Trump se ha convertido en un defensor ferviente de estas divisas digitales que operan gracias a la tecnología blockchain, posicionándose como el primer ‘criptobro’ en la historia presidencial de EE. UU. No solo ha invertido en criptomonedas, sino que ha prometido transformar a América en la "capital cripto del planeta", una declaración hecha en la conferencia Bitcoin 2024 en Nashville en julio pasado.

Tras el resultado electoral del 5 de noviembre, la industria de las criptomonedas experimentó un auténtico terremoto en los mercados. El bitcoin, la criptomoneda líder, alcanzó un impresionante pico de 93,000 dólares, rompiendo su propio récord. Las empresas vinculadas al sector también han visto cómo sus acciones despegaban, alcanzando máximos históricos, y los ETFs de bitcoin han atraído inversiones récord, marcando flujos de hasta 27,000 millones de dólares desde su aprobación. Manuel Villegas, analista de activos digitales en Julius Baer, resalta la creciente demanda de estos productos de inversión.

Eric Balchunas, analista senior de ETF de Bloomberg, ha destacado que el fondo iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock logró captar 40,000 millones de dólares más rápidamente que ningún otro fondo en la historia, lo que subraya el renovado interés por las criptomonedas en EE. UU. Este nuevo enfoque de Trump hacia las criptomonedas contrasta notablemente con su postura anterior, donde consideraba estos activos como un fraude. Ahora parece haber encontrado un aliado en este vasto electorado de 50 millones de personas que ya poseen criptomonedas, viendo en ellos tanto votos como potenciales donaciones.

Más allá de la política, el rescate de la economía digital que encarna Trump ha resonado con muchos en la comunidad cripto, quienes desconfían del sistema financiero tradicional. Los gemelos Winklevoss, conocidos inversores en el mundo cripto, también se han sumado al tren de apoyo al expresidente, donando un millón de dólares en bitcoins. La industria ha comenzado a ver a las criptomonedas como un asunto de política relevante, especialmente tras el anuncio del proyecto World Liberty Financial de Trump, respaldado por figuras destacadas como Elon Musk, quien hizo una notable donación de 118 millones de dólares.

A esto se suman propuestas ambiciosas de Trump, como establecer una reserva estratégica de bitcoin similar a la del oro, un compromiso para reformar la desacreditada Comisión de Bolsa y Valores (SEC) que actualmente regula estas actividades, y la promesa de adoptar una regulación más flexible en comparación con el estricto marco europeo MiCA. Gracias a estas medidas, el valor del bitcoin ha subido un 35% tras las elecciones, alcanzando una capitalización de mercado de 1.7 billones de dólares.

La capitalización total de las criptomonedas ha cruzado la barrera de los 2.8 billones de dólares, superando a gigantes como Alphabet y Amazon. El dominio de bitcoin sigue siendo impresionante, representando el 59% del mercado, mientras que otras criptomonedas como ethereum y solana también han tenido un buen desempeño, con incrementos del 26% y 25% respectivamente.

Sin embargo, no todo ha sido constante. Dogecoin, conocido como la "reina de las memecoins", ha visto un ascenso estratosférico del 120% desde el día de las elecciones, alcanzando un valor de mercado de 60,000 millones de dólares, más que instituciones como BBVA. Este fenómeno se atribuye no solo a Trump, sino también a la promesa de Musk de dirigir el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, a menudo asociado con la criptomoneda DOGE.

Las acciones de empresas cripto también han brillado con este nuevo resurgimiento. MicroStrategy, un firme defensor del bitcoin, ha visto aumentar el valor de sus acciones un 2,500% en los últimos años, mientras que Coinbase, la mayor plataforma de criptomonedas en EE. UU., ha aumentado más del 40% desde el resultado electoral del 5 de noviembre. Las empresas de minería de criptomonedas, cruciales para el funcionamiento de la red, también están viendo incrementada su actividad y valor tras las promesas de Trump de fomentar la minería y disminuir impuestos.

Aunque algunos analistas sugieren que el mercado podría estar enfriándose, las proyecciones apuntan a que la racha alcista en el mundo de las criptomonedas podría continuar. La posibilidad de que el bitcoin alcance los 100,000 dólares antes de que termine el año no parece tan lejana. Sin embargo, la vigilancia sobre el mercado sigue siendo esencial, ya que la entrada de nuevos inversores menos experimentados podría tener consecuencias inesperadas. ¿Estamos a las puertas de una era dorada para las criptomonedas bajo el liderazgo de Trump? ¡Solo el tiempo lo dirá!