Recientemente, el Cirujano General de Estados Unidos ha lanzado una advertencia alarmante: el consumo de alcohol está relacionado con el cáncer y un consumo moderado no es tan saludable como se pensaba. Mientras que Irlanda planea implementar un etiquetado de advertencia en las bebidas alcohólicas para 2026, convirtiéndose en el segundo país en hacerlo después de Corea del Sur, en muchas partes del mundo, la información sobre estos riesgos sigue siendo incierta.

En países como Europa, Estados Unidos y Australia, las encuestas muestran que muchos todavía creen que un consumo moderado de alcohol es inofensivo o incluso benéfico. Sin embargo, la evidencia científica despliega un panorama bastante diferente.

La Relación Innegable entre Alcohol y Cáncer

Desde 1988, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró al alcohol como un carcinógeno de Grupo 1, al igual que el tabaco y el amianto. Este estudio reveló un vínculo directo entre el consumo de alcohol y al menos siete tipos de cáncer, incluyendo los de boca, esófago, hígado y, más recientemente, el cáncer de mama y colorrectal.

Se estima que el 4% de los cánceres diagnosticados en todo el mundo son atribuibles al alcohol, con más de 740,000 nuevos casos al año y 401,000 muertes relacionadas. Un aumento en la ingesta, incluso desde una bebida a la semana a dos diarias, puede incrementar el riesgo en un 3% para hombres y un 5% para mujeres.

El Impacto Alarmante en Europa

Cerca de un cuarto de los cánceres relacionados con el alcohol afecta a Europa, donde el consumo promedio es de 8.8 litros por adulto al año. En este contexto, el cancer es la principal causa de muerte atribuible al alcohol, representando un tercio de las muertes relacionadas con esta sustancia. Y aunque España se encuentra en cifras medias de consumo, alertamos que entre 2010 y 2019 ha habido un aumento significativo.

¿Consume España de Manera Saludable?

A pesar de que España muestra un consumo menos intenso, el 13% de la población se declara bebedor diario, lo que sitúa al país entre los más altos de la UE. Aun así, el tipo de bebida importa: se prefiere el vino y la cerveza, que son de menor graduación, aunque esto no significa que sean inofensivos. El riesgo proviene del propio etanol, que puede transformarse en acetaldehído, un carcinógeno conocido.

El Mito del ‘Consumo Moderado’ Desmentido

Dentro de la cultura popular, ha existido la creencia de que consumir alcohol de manera moderada es más saludable que no beber. Sin embargo, numerosos estudios recientes indican que esta idea está basada en una interpretación sesgada de los datos. Varios expertos, como Tim Stockwell, han destacado errores en la metodología que sesgan los resultados, llevando a la conclusión de que el riesgo de cáncer aumenta incluso con bajas dosis de alcohol.

El Vino No es una Opción Segura

El mito de que el vino es mejor para la salud por sus antioxidantes, como el resveratrol, ha sido igualmente cuestionado. La cantidad de estos compuestos en una porción moderada de vino es mínima y, aunque tienen beneficios, cualquier forma de alcohol incrementa el riesgo de cáncer. Fuentes de resveratrol no alcohólicas, como las uvas, son opciones más seguras.

Mujeres: Especialmente Vulnerables

El consumo de alcohol tiene implicaciones específicas para las mujeres, especialmente en relación con el cáncer de mama. Investigaciones han demostrado que las mujeres que comienzan a beber en la adolescencia enfrentan un riesgo mayor, debido a alteraciones hormonales y un aumento en la sensibilidad a compuestos carcinógenos durante esa etapa crítica de desarrollo.

¿Por Qué Persisten Los Mitos Sobre el Alcohol?

La supervivencia de la idea de un consumo moderado como seguro puede estar influenciada por la poderosa industria del alcohol, que ha demostrado tener un impacto significativo en la investigación y la política de salud pública. La falta de etiquetado informado en las bebidas alcohólicas a menudo se debe a la presión política ejercida por esta industria, favoreciendo intereses económicos sobre la salud de la población.

En Conclusión

El mensaje es claro: incluso un consumo moderado de alcohol conlleva riesgos para la salud que no deben ser ignorados. Con información cada vez más contundente sobre su relación con el cáncer y otras enfermedades, es hora de revaluar nuestra relación con el alcohol. ¡La salud está en tus manos!