Pedro Agudo, el excomisario que lideró la investigación del asesinato de Samuel Luiz, ha expresado su profundo desacuerdo con la decisión del jurado popular que absolvió a Katy Silva, quien enfrentaba acusaciones junto a cinco amigos por la muerte de Samuel, ocurrida el 3 de julio de 2021, durante la desescalada del confinamiento por la pandemia de coronavirus. Aunque Katy ha permanecido en libertad bajo medidas cautelares, su investigación duró tres años, en los cuales enfrentó una solicitud inicial de 25 años de cárcel por parte de la Fiscalía, que posteriormente se redujo a cómplice de asesinato.

Agudo ha destacado que, en su opinión, Katy debería al menos haber sido considerada cómplice de asesinato, cuestionando la lógica del jurado al afirmar que la joven no formaba parte del grupo. "¿Cómo no iba a pertenecer al grupo? Es una locura. Hay un video donde se puede ver a Katy con los demás portando armas", afirmó Agudo, convencido de que tanto la Fiscalía como la familia de Samuel apelarán la absolución de Katy una vez se emita el fallo oficial.

Además, Agudo criticó la interpretación del jurado en cuanto a la intervención de Katy durante la agresión, señalando que en lugar de intentar detener a Diego Montada, su entonces novio, ella actuó de manera contradictoria, impidiendo que Lina, la amiga de Samuel, interviniera para ayudarlo. Mientras Katy ha mantenido su inocencia, argumentando que intentó frenar a Diego y que luego lo reprendió por sus acciones, varios testigos, incluyendo a Lina, han contradicho su versión, sugiriendo que intentó evitar que se auxiliara a la víctima.

Este caso ha generado una gran controversia social y de medios. La absolución de Katy ha desencadenado reacciones fuertes en A Coruña, donde familiares y amigos de Samuel han expresado su descontento con el veredicto. Además, el caso pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la justicia para abordar actos de violencia y agresiones, especialmente en el contexto de la homofobia y la discriminación que Samuel enfrentó. Mientras tanto, Katy, tras ser declarada inocente, ha tenido que mudarse con su madre a otra localidad debido al acoso y el rechazo que han enfrentado en su comunidad, lo que añade una capa de complejidad a este caso que sigue resonando en la opinión pública.