Cloe, una adolescente de solo 15 años, se encontraba atrapada en una relación que ya no deseaba. A pesar de haber intentado dejar a su novio, conocido como 'El Rayo', este, dos años mayor, no la dejaba en paz. Cuando Cloe finalmente decidió dar un paso atrás en su relación, encontró una reacción desproporcionada y violenta por parte de 'El Rayo', quien, en un acto horrendo, le cortó el cuello con un arma blanca en Orihuela Costa, en un intento de retenerla a su lado.

Según informaciones obtenidas por EL ESPAÑOL, Cloe había estado avisando a sus amigos sobre el comportamiento errático y controlador de 'El Rayo'. En un chat de WhatsApp del 6 de septiembre, Cloe confesó a una amiga: "Me dio miedo 'El Rayo'. Estuvo toda la noche diciendo cosas raras". Esto muestra que la joven ya percibía el peligro que representaba su exnovio, cuyas actitudes cada vez eran más preocupantes y posesivas. Ella iba acumulando señales de alerta, pero la violencia de género la tomó por sorpresa.

En las conversaciones intercambiadas, Cloe hablaba de sus preocupaciones: "Él me decía que estaba en un juego con mi familia, y no sé qué más mierdas...". Esto revela un estado psicológico delicado y una presión constante que sufría por parte de su exnovio. Una amiga de Cloe, que ha optado por mantenerse en el anonimato, describió su relación como 'tóxica', señalando que 'El Rayo' ejercía un control extremo sobre ella. "La insultaba y le decía qué ponerse o dónde ir", explica.

La víctima, que había roto su relación en varias ocasiones, aún recibía insistentes mensajes de 'El Rayo', tratando de manipularla para que volviera. A tan solo once días de su asesinato, se evidenció que 'El Rayo' seguía obsesionado con Cloe, incluso pidiendo a sus amigas que le informaran sobre ella, mostrando su desesperación por mantenerla en su vida a toda costa.

La situación se volvió más crítica cuando Cloe reveló, en un chat del 10 de noviembre, su deseo de tomar distancia: "No creo que vuelva con él". Sin embargo, 'El Rayo' estaba convencido de que podía manipularla. Comenzó a dar signos de inestabilidad emocional en las semanas previas al terrible suceso. Una amiga atestiguó que 'El Rayo' mostraba comportamientos autodestructivos, encapsulándose en su habitación y llorando, incapaz de procesar la inminente pérdida de Cloe.

El día de su asesinato, después de un breve intercambio de mensajes donde Cloe intentó romper definitivamente con él, 'El Rayo' la convenció para encontrarse. Este encuentro terminó trágicamente en un callejón oscuro, donde la vida de Cloe fue arrebatada brutalmente. Esto no solo es una tragedia personal, sino un triste recordatorio de la violencia de género que enfrenta nuestra sociedad.

Hoy, ese callejón se ha convertido en un lugar de homenaje para compañeros de Cloe, quienes han empezado a dejar velas, flores y mensajes, clamando 'Justicia para Cloe'. La historia de Cloe resuena como una llamada de atención hacia la problemática de la violencia en las relaciones juveniles, que, a menudo, se pasa por alto. Es crucial que sigamos alzando la voz y proporcionando a los jóvenes las herramientas necesarias para reconocer y evitar relaciones abusivas.