El vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, ha anunciado que viajará a Groenlandia esta semana junto a su esposa, Usha, y Mike Waltz, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Este viaje ha suscitado polémica tanto en la isla como en Dinamarca, el país que posee la soberanía sobre este territorio ártico. En un video compartido en redes sociales, Vance bromeó afirmando que la visita ha generado 'tanta emoción' que no podía permitir que su esposa 'se divirtiera sola'.

Durante su estancia, Vance tiene programada una visita a la base militar estadounidense en el noroeste de Groenlandia, donde planea evaluar la situación de seguridad en la región. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha expresado en múltiples ocasiones su interés por adquirir Groenlandia, sugiriendo que podría hacerlo 'de una manera u otra'. Este deseo se manifestó nuevamente en un reciente discurso ante el Congreso, donde Trump enfatizó su intención de conseguir el territorio.

La base mencionada por Vance es la instalación espacial de Pituffik, que alberga al grupo 821 de la Fuerza Espacial de EE.UU. y proporciona apoyo a misiones de vigilancia espacial y defensa de misiles. Vance recibirá información sobre la seguridad en el Ártico y se reunirá con miembros de las fuerzas armadas estadounidenses durante su visita.

El viaje de Usha Vance originalmente incluía asistir a una carrera de trineos tirados por perros y explorar sitios arqueológicos. Sin embargo, ahora la visita a la base de Pituffik ha reemplazado esa actividad en Sisimiut, la segunda ciudad más grande de Groenlandia.

El vicepresidente subrayó en su mensaje que la seguridad de Groenlandia es 'muy importante'. Afirmó que otros países han amenazado al territorio, lo cual es motivo de preocupación para EE.UU., Canadá y los propios groenlandeses. En el último informe de inteligencia de EE.UU., se advirtió sobre el creciente interés de China y Rusia por Groenlandia, lo que intensifica el deseo de Estados Unidos de fortalecer su presencia en la isla.

En el video, Vance se posiciona como portavoz del presidente Trump, afirmando que buscan reforzar la seguridad del pueblo groenlandés, lo cual consideran esencial para la estabilidad global. Destacó que históricamente, tanto EE.UU. como Dinamarca han ignorado las necesidades de Groenlandia, una realidad que ha sido perjudicial tanto para la isla como para el resto del mundo.

La noticia del viaje ha generado indignación en Groenlandia y Dinamarca, donde la primera ministra Mette Frederiksen lo calificó como 'una presión inaceptable', ya que la visita se lleva a cabo sin una invitación formal. La jefa de Gobierno danesa subrayó que esta no es una visita que refleje las necesidades de su país.

Trump, en defensa de la visita, insistió en que tiene como objetivo mostrar amistad y preocupación por el bienestar de los groenlandeses. Esta no es la primera vez que un líder estadounidense ha manifestado interés en Groenlandia; propuestas de compra se hicieron en el pasado, pero siempre fueron rechazadas por Dinamarca. Trump considera que la aparente negligencia de Copenhague hacia la isla ha permitido que potencias rivales, como Rusia y China, afiancen su influencia, y ve en el descontento del pueblo groenlandés una oportunidad para atraer su apoyo.

El viaje también ha sido criticado por autoridades danesas, incluido el primer ministro en funciones, Múte Egede, quien ha denunciado la actitud 'agresiva' de EE.UU. y ha solicitado apoyo para enfrentar lo que percibe como una intrusión.