Tecnología

¿Hacia dónde apuntaría una brújula en el espacio?

2024-11-23

Autor: Ana

Una brújula ha sido una herramienta esencial en la Tierra durante más de mil años, permitiendo a los seres humanos navegar por los diversos rincones del planeta. Sus primeras menciones se remontan a un texto chino del siglo II, donde se detallaba la influencia de la atracción magnética en una aguja. Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué pasaría si intentáramos utilizar una brújula en el espacio? ¿Seguiría siendo útil y, de ser así, hacia dónde se orientaría?

Jared Espley, un experto en ciencias planetarias del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, explica que "una brújula en el espacio medirá cosas diferentes dependiendo de dónde exactamente te encuentres en el cosmos". Una brújula podría seguir funcionando en el espacio, pero no necesariamente apuntaría de vuelta a la Tierra. En cambio, se alinearía con el polo norte del campo magnético más fuerte presente en la cercanía.

En nuestro planeta, las brújulas son influenciadas por el campo magnético terrestre, capaz de generar un campo que se extiende más de 370,000 kilómetros y que crea la magnetosfera, una región protectora alrededor de la Tierra. Para que un astronauta pudiera utilizar una brújula para regresar a casa, tendría que estar dentro de esta magnetosfera para captar el campo magnético del planeta. Sin embargo, el campo magnético de la Tierra no actúa como un límite infranqueable.

Interesantemente, las rocas lunares indican que la Luna alguna vez dispuso de un campo magnético similar al de la Tierra. Sin embargo, a medida que su núcleo interno se enfrió, perdió tal campo magnético. Marte, por su parte, también experimentó un debilitamiento de su campo magnético hace aproximadamente 3,900 millones de años, lo que contribuyó a la pérdida de su atmósfera.

A pesar de la ausencia de un fuerte campo magnético en estos cuerpos celestes, un astronauta en la Luna o en Marte aún podría detectar señales magnéticas, aunque estas no serían provenientes de la Tierra.

Además, de todos los planetas del sistema solar, es más probable que una brújula apunte hacia Júpiter. Esto se debe a su enorme magnetosfera, la cual es la más grande del sistema solar, con un ancho de 21 millones de kilómetros. Este fenómeno es generado por el núcleo de hidrógeno metálico del planeta y está siendo cuidadosamente estudiado por la nave espacial Juno.

En conclusión, aunque las brújulas puedan perder su función familiar en el espacio, todavía podrían servir como herramientas para orientarse hacia otros campos magnéticos en nuestro sistema solar, revelando aún más secretos acerca de la composición y dinámica de los cuerpos celestes.