Han Jong-hee, codirector ejecutivo de Samsung Electronics y una de las figuras más influyentes en la industria de los televisores, falleció el martes a los 63 años debido a un ataque cardíaco, según informó la empresa a la AFP.

"Murió hoy debido a un paro cardíaco", confirmó un portavoz de Samsung, añadiendo que deja atrás a su esposa y tres hijos.

Iniciando su carrera en Samsung en 1988, Han Jong-hee fue clave para posicionar sus innovadores modelos de televisores de alta gama en el mercado global. Durante su tiempo en la empresa, lideró el desarrollo y lanzamiento de los televisores LED, que transformaron la experiencia visual de millones de usuarios alrededor del mundo.

"Sus numerosas innovaciones no solo elevaron la marca a niveles inigualables, sino que también reafirmaron el liderazgo tecnológico de la empresa en el sector", mencionó Samsung en una biografía de su legado.

La compañía atribuye a Han haber llevado los televisores de Samsung a 'lo más alto del mercado mundial' y mantenido su competitividad crítica, algo que ahora se verá desafiado por su inesperado fallecimiento.

"Este evento representa un golpe significativo para la estrategia de Samsung de conservar su posición dominante en el mercado mundial de televisores", comentó Kim Dae-jong, profesor de administración de empresas en la Universidad Sejong de Seúl. La visión de Han en la innovación y calidad ha sido un pilar sobre el que Samsung ha construido su reputación.

El legado de Han va más allá del ámbito profesional; él se destacó por promover una filosofía de trabajo que fomentaba la creatividad y la excelencia. Su impacto se sentirá no solo en Samsung, sino en toda la industria tecnológica, donde su visión ayudó a dar forma a las tendencias actuales en televisores y más allá.

Con la muerte de este destacado líder, la industria se enfrenta a la incertidumbre sobre quién tomará la antorcha y cómo Samsung mantendrá la brillantez que Han ayudó a instaurar. ¿Podrá Samsung encontrar un sucesor digno de este legado? El tiempo lo dirá.