El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha vuelto a cargar contra el Gobierno este domingo, poco antes de participar en una reunión del Cecopi (Centro de Coordinación Operativa Integrada). Sin embargo, esta vez ha revelado detalles de su polémica agenda el 29 de octubre, cuando la devastadora dana azotó la provincia de Valencia, provocando la tragedia de 218 muertes.

Mazón se manifestó ante los medios afirmando: “Veo al Gobierno y a la izquierda en general cayendo en contradicciones, bulos y mentiras. Es agotador desmentir falsedades constantemente, especialmente en un momento de tanto dolor”. Destacó que se había mencionado que estuvo incomunicado durante cinco horas, lo que no es cierto, y aseguró que habló con el alcalde de Cullera, Jordi Mayor, a las 18:28 para averiguar la situación en la localidad. Según Mazón, el alcalde le transmitió que la lluvia no era intensa y que no anticipaban problemas significativos.

Jordi Mayor, del PSPV-PSOE, respondió a las declaraciones de Mazón, negando haberlo acusado de estar incomunicado. “Solo mencioné que no estaba donde debía, eso fue todo”, aclaró. En una posterior sesión plenaria del Ayuntamiento, Mayor relató la “extraña” llamada que recibió de Mazón a las 18:28. "Estaba concentrado en la situación del río Júcar y entonces recibo una notificación de WhatsApp. No tenía el número de Mazón grabado, pero su foto apareció en la pantalla y me sorprendió. Era un momento crítico y su tono era amistoso, como si fuéramos amigos. Me dijo que había oído mi nombre y solo quería hacerme saber que estaba ahí para lo que necesitara”, relató Mayor.

El alcalde agregó que durante la conversación no recibió ninguna advertencia sobre la inminente crisis relacionada con la presa de Forata o el posible desbordamiento del Júcar, que más tarde sucedió. “No me alertó de nada, ni de los problemas que podrían surgir. Así lo conté en el pleno, diciendo que todo estaba bien en Cullera en ese momento”, afirmó.

Este intercambio ha suscitado controversia en Valencia, donde los residentes lamentan una falta de coordinación y aviso durante la tragedia. Mientras la comunidad se recupera lentamente, las tensiones políticas se intensifican. ¿Es hora de que los líderes políticos apoyen a sus ciudadanos en lugar de enzarzarse en disputas? La situación actual exige unidad, y el pueblo de Cullera está clamando por respuestas más claras y apoyo real en tiempos de crisis.